El académico Félix de Azúa renuncia al diario El País en solidaridad con Fernando Savater

29 de enero, 2024 | 17.04

El escritor español Félix de Azúa, miembro de la Real Academia Española, anunció su renuncia como columnista al diario El País, en un gesto de solidaridad con el filósofo Fernando Savater, quien fue despedido del periódico, luego de formar parte del mismo durante 47 años, por las críticas a su línea editorial realizadas en un libro de reciente aparición.

De Azúa y Savater eran los únicos columnistas que permanecían desde la fundación del diario, en 1976, hasta hace pocos días, cuando se supo que Savater fue echado del mismo periódico que contribuyó a fundar, luego de acusar al medio de haberse convertido en "portavoz del peor Gobierno que ha tenido la democracia española desde la muerte del dictador Francisco Franco" y de acoger una "desafortunada invasión femenina".

Por su parte, De Azúa tomó su decisión en solidaridad con el autor de "Etica para Amador", tal como confirmó hoy al periódico digital madrileño The Objective, cuyo consejo editorial integran ambos intelectuales.

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"La salida de Fernando Savater de El País acarrea sus primeras consecuencias. El escritor Félix de Azúa ha comunicado a la dirección del principal rotativo del grupo Prisa que deja de escribir en sus páginas en solidaridad con Fernando Savater tras ser despedido el pasado 22 de enero por criticar la deriva editorial del periódico", se lee en el artículo aparecido en The Objective.

Según las declaraciones del académico, tomó la decisión en cuanto tuvo conocimiento del despido de Savater y la comunicó vía telefónica a las autoridades del diario el pasado jueves.

Además, Azúa aprovechó para despacharse contra el periódico español, al asegurar que él mismo fue castigado por su alejamiento progresivo con la línea editorial: sus columnas pasaron de la sección política a la de cultura y comenzaron a ser quincenales en vez de semanales, según el artículo.

De Azúa y Savater guardan una estrecha relación desde que se conocieron ejerciendo como catedráticos en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad del País Vasco en los años 80.

El despido de Savater sucedió luego de 47 años como columnista de El País. Por hartazgo genuino o jugada estratégica de difusión, el autor de "Ética para Amador" y decenas de títulos que han recorrido las librerías de todo el mundo, le subió la temperatura al lanzamiento de su nueva obra, "Carne gobernada", una suerte de memoria intelectual que narra la bifurcación ideológica que lo llevó a tomar cada vez más distancia de los ideales progresistas, al agrietar su vínculo con el periódico.

La actual directora del diario, María José "Pepa" Bueno, fue la encargada de comunicarle que su labor en El País había concluido. Hacía meses que esa relación estaba rota, producto de la brecha ideológica cada vez más pronunciada entre la línea editorial del diario y las ideas del filósofo que semanalmente firmaba una columna en sus páginas.

El golpe de gracia llegó con una entrevista en la que el autor de "La tarea del héroe" franqueó a otro medio español, El Mundo, su decepción por la dirección que había asumido el medio. "Ha cambiado mucho: de haber sido un periódico crítico, plural... a convertirse en un medio gubernamental abiertamente", destacó.

Las críticas vertidas en la entrevista no son más que una versión condensada de los cuestionamientos incluidos en su libro "Carne gobernada", que publicó el sello Ariel en territorio español.

"De ser un diario progresista, de centro izquierda, con las virtudes y defectos propios del caso, pasó a convertirse en un portavoz gubernamental y del peor Gobierno que ha tenido la democracia española desde la muerte del dictador (Francisco Franco). Eso naturalmente socavó el prestigio del periódico, que de ser el diario de referencia pasó a convertirse en un risible epítome de la prensa al servicio de la política", planteó el filósofo.

Luego, en una entrevista con El Confidencial, el escritor español confirmó el despido: "Sé que había razones para que me despidieran, lo sé. Pero no creí que ocurriera. Siempre esperaba que hubiera un giro". Y añadió: "Arrepentirme no es mi costumbre. Lo que he escrito está hecho desde la sinceridad y con mi mejor intención. Nunca he ido por detrás, no soy de los que se arrodillan ante un jefe y luego van por la espalda criticándole".

Con información de Télam