Selena Quintanilla falleció en marzo de 1995 y, aunque su carrera fue breve, su legado perdura hasta la actualidad; con más de 70 millones de discos vendidos es una de las artistas latinas femeninas más exitosas de la historia, solo por detrás de figuras como Gloria Estefan o Shakira. Gracias a grandes éxitos como La carcacha, Como la flor, Amor prohibido, El chico del departamento 512, No me queda más y Bidibidibombom, consiguió introducir con fuerza los ritmos latinos en Estados Unidos. El reciente estreno de la serie de Netflix basada en su vida (protagonizada por Christian Serratos), trajo nuevamente a la agenda a “La reina del Tex-Mex”.
“La primera audición la hice como Suzette (la hermana de Selena), Netflix no me había adelantado nada sobre el personaje o la serie, solo me dieron un guion bien corto y un instrumento: guitarra, bajo o teclado para lucirme. Decidí ir por el bajo y toqué una canción de Blister in theSun, de la banda de punk Violet Femmes. Si hubiese sabido que era para la serie de Selena probablemente hubiese tocado una cumbia (risas)”, contó Natasha Pérez, la actriz venezolana que encarnó a la trastornada Yolanda Saldívar, presidenta del club de fans de Selena y su asesina, en diálogo con El Destape.
- ¿Cómo reaccionaste ante la posibilidad de ser Yolanda, la villana de la historia?
Ansiosa, con alegría. En el segundo llamado de Netflix me ofrecieron la oportunidad de audicionar para el rol de Yolanda y ahí sí me enviaron una fotografía junto al guión. Recuerdo que el día de la audición llevé un sweater idéntico al de la foto que me habían mandado, lo encontré buscando en el clóset de la casa de mi mamá, en Los Ángeles. Como salí con tiempo paré en una casa de pelucas para comprar una acorde al look de Yolanda y salí frustrada porque me querían vender una afro, medio de la década de los ’70 (risas) Por suerte, luego pude conseguir la peluca perfecta. Presentarme así fue una locura porque, por lo general, a los directores de casting y producción no les gusta que el actor vaya caracterizado.
Hasta ahora los números dicen que Selena, la serie fue número uno en 23 países y no todos de habla hispana, según Netflix. ¡Eso me hace entender porqué tengo seguidores de Sunam!
- ¿Pudiste encontrarte con Yolanda Saldívar?
No, pero sí tuve mucha curiosidad de hacerlo. Al principio desconocía que la serie estaba producida por la familia de Selena y cuando me enteré decidí no agitar el avispero por respeto al dolor de la pérdida. Sé que los papás de Selena estuvieron presentes en las grabaciones, pero nunca llegué a conocerlos. Los entiendo, ¿quién querría estar con la persona que hace de la asesina?
Por otro lado, sabía que de conocer a Yolanda no me iba a encontrar con el personaje que estaba preparando. Ella es una mujer que ha estado en prisión más de 20 años, no es la misma persona. Quizás más adelante nos encontremos. Cuando salga de prisión. Nunca se sabe.
- ¿Te costó sentir empatía por ella?
En el trabajo de composición, una tiene que empatizar, en cierta forma, con lo que hace que la persona tome estas decisiones. Mi creación de Yolanda tuvo traumas emocionales y físicos muy fuertes en su infancia, fíjate que en la serie habla como si fuera una niña pequeña. Ahí se lee una disparidad entre el cuerpo y la mente. Es un personaje muy humano, una perdedora innata. Fue una experiencia muy interesante poder ser ella en la ficción,
- ¿Qué fue lo más raro que leíste sobre Yolanda?
En una de las publicaciones que leí decía que ella había adoptado varios chicos, pero después no logré confirmarlo oficialmente. Siempre me quedó esa curiosidad por resolver, si tendría hijos cuando ingresó a prisión.
- ¿Cómo es la realidad de los artistas latinoamericanos que buscan triunfar en Hollywood?, ¿existe un ‘sistema de oportunidades’?
No siento que haya un sistema de oportunidades, pero sí creo que en el momento en que cualquier artista latinoamericano consigue un pequeño ápice de popularidad en la industria, puede comenzar a generar contenido propio acorde al público que busca capturar. Series como Selena o Luis Miguel son importantísimas en el proceso por iniciar un interés por lo latino en Hollywood. Diría que Selena es incluso un poco más importante, ya que está producida por Netflix Estados Unidos, al contrario que Luis Miguel (llevada a cabo por Netflix Latinoamérica). Que haya sido número uno en sus bolsillos norteamericanos es un indicio de que a la gente le gustan estas historias.
- También participaste en la reconocida serie Curb your enthusiasm, ¿qué tal es Larry David fuera del set?
Es una persona maravillosa. Me encantó trabajar con él. Tuvimos seis escenas juntos.
- ¿Es igual de irónico que en la ficción?
Sí, es un poco parco y una persona muy directa. Aunque parece gruñón, no lo es. Y, además, habla español.Me trataron muy bien en esa serie y me permitió improvisar. A la gente le gustó tanto mi trabajo que hasta me convirtieron en meme.
- No todo el mundo puede tener semejante logro
(Risas) Pasó justo en el momento en que estaba engordando para el rol de Selena.
- ¿Conocés Argentina?
Desde los ’90 que tengo ganas de ir. Mi tía actuó en un teatro de Argentina y recuerdo que una vez me regaló un pantalón de cuero que usé muchísimo hasta que me convertí en vegana. Los argentinos me encantan. Admiro su cine, desde La noche de los lápices a Nueve Reinas. Y del lado musical, Charly García, Spinetta y Soda Stereo son mis influencias, crecí escuchándolos. De hecho mi nuevo disco va a contar con sorpresas de artistas argentinos.