El ataque a puñaladas que el escritor británico estadounidense de origen indio Salman Rushdie sufrió el viernes último en Nueva York, tres décadas después de que un edicto religioso iraní pusiera precio a su cabeza, se suma a la larga lista confeccionada por la organización de escritores PEN Internacional, que en su última publicación, el año pasado, recopiló 200 nombres de escritores y periodistas perseguidos alrededor del mundo.
La lista, que se hace pública cada 15 de noviembre y que se engrosa año a año, incluye a "editores, dibujantes y artistas que padecen amenazas, acoso, detenciones domiciliarias y encarcelamiento", repasa el diario español El país, en su publicación del día de hoy.
Junto al asesinato en febrero de 2021 del editor libanés crítico de Hezbolá Lokman Slim, o la desaparición del poeta ruandés Innocent Bahati, PEN menciona al escritor Sergio Ramírez, contra quien el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, emitió en noviembre una orden de detención, lo que forzó su estadía en España como exiliado.
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La premio Nobel bielorrusa Svetlana Alexiévich reside en Berlín desde hace dos años, tras ser impugnada por el gobierno y luego de que sus libros fueran retirados de las escuelas de ese país. Otro Nobel, el novelista turco Orhan Pamuk, fue acusado el año pasado de insultar en su último libro, "Las noches de la peste", a la bandera turca y al histórico dirigente Mustafa Kemal Atatürk.
El caso Rushdie por "Los versos satánicos" (1988) tiene la peculiaridad de haber trascendido su país de origen, es un asunto internacional. La hostilidad hacia la novela que fabula sobre la vida del profeta Mahoma y su contacto con el arcángel Gabriel, antes de la fatwa emitida por el Ayatolá Jomeini, contempló quemas de libros, marchas en Reino Unido, ataques a tiendas, muertos en revueltas callejeras y prohibiciones en India, Pakistán, Egipto y Sudáfrica.
Dos años después del edicto religioso, con Rushdie escondido por el gobierno de Reino Unido, el traductor al japonés de "Los versos satánicos", Hitoshi Igarashi, fue asesinado a puñaladas en la universidad donde daba clases en Tokio, un crimen que nunca se esclareció. El traductor al italiano fue atacado con un cuchillo en su departamento de Milán, por un iraní y, en 1993, también fue apuñalado el editor noruego del libro, William Nygaard.
¿Qué otra novela en el siglo XX ha despertado semejante reacción? "Ninguna -dice a El país- el novelista salvadoreño Horacio Castellanos Moya, quien tras la publicación de "El asco" dejó Centroamérica gracias a un programa nacido por iniciativa del propio Rushdie, en 1993, mientras vivía escondido, el ya extinto International Parliament of Writers (Parlamento Internacional de Escritores.
La iniciativa de Rushdie se replicó en Estados Unidos como City of Asylum, donde además de defender la libertad de expresión ofrecían integridad física a los amenazados. Sobre eso estaba previsto que hablara Rushdie el viernes último cuando fue atacado.
El autor de "Los versos satánicos" ha estado amenazado por el poder religioso, pero el gobierno iraní negó "categóricamente" tener vínculos con el atacante, el joven estadounidense Hadir Matar.
Castellanos Moya señala un giro en Latinoamérica: "No se amenaza tanto a los escritores como a los periodistas, quienes ahora están siendo asesinados y perseguidos. Quizá porque ya no le tienen miedo a la ficción, sino a la verdad, y a quienes destapan los negocios turbios".
Con información de Télam