"Podría renunciar a escribir antes que a leer", asegura la poeta española Ada Salas

22 de abril, 2023 | 09.52

La escritora Ada Salas, una de las voces más originales de la poesía española actual -con publicaciones como "Arqueologías"- afirmó que "podría renunciar a escribir antes que a leer", aunque reflexionó luego que de no haber leído, quizá no hubiese escrito, durante su paso por Buenos Aires para participar de una nueva Serie de Lecturas Frost, que en esta edición tocó "La magia del signo", en un repaso por su obra y su vínculo con la literatura.

"No sé si escribiría si no hubiera leído, eso no lo sé, una vez que he conocido la escritura tampoco podría vivir sin ella, pero desde luego podría renunciar a escribir antes que a leer", aseguró a Télam la poeta, ensayista y traductora nacida en Extremadura en 1965, tras participar del ciclo que desde hace 15 años convoca a escritores y escritoras de renombre para disertar sobre su trabajo de creación literaria y compartir con la audiencia la lectura de algunas de sus obras.

Salas tiene entre sus poemarios "Arte y memoria del inocente", de 1988; "Variaciones en blanco", de 1994; "La sed", de 1997; "Lugar de la derrota", de 2003; y "Descendimiento", de 2018.

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"Arqueologías", su libro más reciente, es un inusual puñado de versos que podrían pensarse para un mundo en ruinas, en el que la emoción ante objetos del pasado se tensa con la historia y afectos personales.

En colaboración con el pintor Jesús Placencia publicó los libros "Ashes to ashes", en 2011, y "Diez mandamientos", en 2016; mientras que entre sus ensayos figuran títulos como "El margen, el error, la tachadura", también de 2011.

-Télam: ¿Cuál es tu predisposición lectora ideal?

-Ada Salas: La disposición lectora ideal es una disposición abierta y generosa, especialmente en la poesía, que exige una mayor disposición a verse en el espejo, algo que no siempre es agradable; sin contar con que la poesía pone al lector muy frente a sí mismo, más que la ficción, y esa es una aventura que no todos estamos dispuestos a correr. Pero una vez que se consigue esa apertura, la poesía da mucho más de lo que una pueda invertir o del esfuerzo que pueda poner en esa lectura.

-T: ¿Qué forma de goce hallas en la lectura y cuál en la escritura?

-A.S: La lectura me ha alimentado siempre, un verso de Quevedo dice "vivo en conversación con los difuntos y escucho con mis ojos a los muertos", ese escuchar con los ojos es la lectura, es pensar que uno tiene padres y madres en la exploración extrema del lenguaje, sentirse en casa cuando lees un poema. No sé si escribiría si no hubiera leído, eso no lo sé, una vez que he conocido la escritura tampoco podría vivir sin ella, pero desde luego podría renunciar a escribir antes que a leer.

-T: ¿Cuál es, si pudieras resumirlo a un hecho medular, el motor de tu escritura?

-A.S: Lo que me impulsa a escribir es el deseo de tener una experiencia intensa, verdadera, honda y vertiginosa que solo puedo tener, solo, solo, escribiendo; es un afán de multiplicar la vida de alguna manera.

-T: En el texto "En lengua extranjera" escribiste que el poeta "tiende a la escritura y se expone a ella porque se siente en precario con respecto a su lengua, inseguro, impotente incluso" ante "la materia" con "la que trabaja". ¿Se lo puede considerar un obrero?

-A.S: No sé si quien escribe poesía es un obrero, pero desde luego no es el jefe, y en ese sentido es un obrero, está más a las órdenes que dominando a. El poeta debe ser alguien absolutamente humilde en su trabajo, partir de la incertidumbre y prestarse a que el lenguaje lo mande, en la medida de lo posible le corresponde obedecer.

-T: ¿Crees que la literatura es una construcción colectiva?

-A.S: La creación literaria es una creación colectiva que viene desde una memoria muy antigua, en lo que una escribe está lo que ha vivido, lo que han vivido sus antecesores y lo que han escrito todos los que han habido antes de una, eso está ahí y dialoga con ello y de todo ello se alimenta. Unamuno decía que no hay que ser originales sino originarios.

-T: Decías en un fragmento del poema "Chanson du désir", del libro "Limbo": "El deseo es lo mudo" /, "en lo mudo fermenta lo que descuartiza un cerebro". ¿Cuál es la potencia de lo no dicho en la escritura?

-A.S: Es, cuando menos, el mismo que el poder del silencio en el lenguaje, muchas veces decimos callando, afirmamos negando y el no hablar, el no querer decir algo, es una forma también de decir y eso ya es un mensaje en sí mismo. Un silencio también a veces vale más que mil palabras. En la poesía actúa como motor, las palabras son un eco del silencio, lo traen consigo, y en la poesía ha de ser tan significativo lo que se calla como lo que se dice.

Con información de Télam