Bechis sobre "Garage Olimpo": "Me sobrepasa. No puedo ser responsable de todas las vidas que tiene"

27 de agosto, 2023 | 13.08

Basada en su experiencia y en el relato de exdetenidos-desaparecidos, Marco Bechis estrenó "Garage Olimpo" en 1999 y 24 años después regresa a la Argentina para presentar su primera novela "La soledad de un subversivo" y entre otras actividades volverá a presenciar la proyección de la película por la que recorrió festivales, cosechó premios y lo siguen convocando desde escuelas y espacios culturales.

Protagonizada por Chiara Caselli, Dominique Sanda, Antonella Costa, Enrique Piñeyro -también coproductor del film- y Carlos Echevarría, entre otros, la película tiene como protagonista a María, una militante que será secuestrada en el centro clandestino de detención denominado "Garage Olimpo".

"Ya no es mía, es una película que me sobrepasa, no puedo ser responsable de todas las vidas que tiene. La hice pero después empezó a caminar sola. Evidentemente tenía buenas características", dice Bechis sobre la que es un de sus películas y se suma una lista en la que también están "Alambrado", "Hijos/Figli" e "Il rumore della memoria", entre otras.

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"Garage Olimpo" se proyectará el próximo miércoles en el Malba después de la presentación de la novela que será a las 18.30 con entrada libre y gratuita y en la que el autor estará acompañado por la escritora Mariana Eva Pérez, la investigadora Daniela Slipak y el historiador Federico Lorenz

-T: ¿Imaginaste el camino inverso: si la novela puede dialogar con "Garage Olimpo", hacer una película a partir de esta novela?

-M.B.: Tengo un guion. Algunos me aconsejaron hacer una serie sobre este libro.

-T: ¿Estás dispuesto a dirigirla?

-M.B.: Si me lo proponen, vemos. Lo que escribí es un guion sobre la segunda parte del libro y cuenta la historia de un sobreviviente como yo pero que le pasaron cosas diferentes a las que me pasaron a mí. Tuve la suerte de no denunciar a nadie, estuve desenganchado, no era orgánico a ninguna estructura, aunque convivía con gente que estaba en esa. En cambio este personaje era un cuadro y cuando lo agarran, bajo tortura, habla y a raíz de sus informaciones caen otros. Entonces su historia es mucho más compleja porque tiene más que el peso de haber sobrevivido y los demás no. Mi pregunta es dónde está el límite entre el traidor y la víctima. Para mí somos todos victimas, pero eso hay que analizarlo mejor en una película.

-T: Pasaron 24 años del estreno de "Garage Olimpo", ¿qué balance hacés?

-M.B.: Me entusiasma la proyección en el Malba porque será en celuloide y es como ver un cuadro en un museo, en vez de mirar un libro con un cuadro. Con esa película me pasa que ya no es mía, es una película que me sobrepasa, no puedo ser responsable de todas las vidas que tiene. La hice pero después empezó a caminar sola. Evidentemente tenía buenas características. En Italia me pasa que me llaman mucho de las escuelas, la gente que la ve es como si hubiese sido hecha ayer. Eso es un misterio para mí pero tiene que ver con el lenguaje porque mi pregunta fue nadie hizo un documental sobre un campo de concentración, no se puede filmar lo que pasa allí. No hubo de los campos nazis, ni hubo en la Argentina. Entonces haber planteado la película como un documental pero con la técnica de la ficción fue muy importante.

-T: ¿Cómo fue ese proceso?

-M.B.: Tenía que encontrar un dispositivo cinematográfico que fuera nuevo. Si yo agarraba el guion, elegía a los actores y actuaban estudiando el guion escrito, hubiese salido otra cosa. En cambio, me inventé un sistema. Primero elegí actores que me parecían buenos y no tenían nada que ver con la popularidad. Les dije a los 12 actores elegidos que, antes de tener el guion, había un proceso de preparación de personajes que estaba a cargo de un exmontonero que había sido marino y tenía formación militar. Durante un mes y medio este señor los obligó a marchar, a tener preparación militar, les enseñaba cómo entrar a una casa, cómo agarrar a un tipo. Cuando empezó la película, en la escena del secuestro de María normalmente un director dice "ponete vos allá, vos acá", yo pregunté a los que actuaban como integrantes de la patota "¿por dónde entran?", ellos no sabían nada del guion pero ya eran una patota y explicaban el uso del espacio. Entonces dije "pongo la cámara acá". Esa técnica me ayudó a neutralizar el carisma de esos personajes, quería que no fueran carismáticos siendo grandes actores para ellos fue el doble de difícil.

Con información de Télam