Con una obra que tuvo una etapa inicial que va de 1930 a 1939, cuando una de las estrategias fue publicar un libro por año, después tuvo una pausa, y volvió a publicarse en los 60, Juan Filloy (1894-2000) sigue tendiendo lectores y lectoras que buscan sus más de treinta libros y alientan la aparición de la gran cantidad que quedó inédita.
Martina Guevara cuenta en su trabajo "Filloy en la década del 30" que recién fue publicado por una editorial comercial después de haber puesto en circulación varios de sus libros de forma independiente y hasta en ediciones privadas. Pero, ¿cómo es esa circulación hoy?
"La obra de Filloy circuló primeramente de manera privada y en ediciones de autor que Filloy enviaba fundamentalmente por correo y de manera selecta. Un primer hito para su distribución comercial es la edición de Paidós de 'Op Oloop', eso es recién en 1967 (cuando la obra es originalmente de 1934). Al año siguiente, también Paidós publica '¡Estafen!' y, luego, en 1973, 'La potra'", relata la investigadora.
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Fue en 1992 cuando afirma Guevara que la Universidad de Río Cuarto realiza una edición facsimilar de 'Caterva' y publica varias de sus obras hasta crear, en el 2014, la colección Juan Filloy que, desde el 2015, dirige Candelaria de Olmos.
"De hecho, el año pasado se reeditó 'Op Oloop' (edición que tuve el honor de prologar) y '¡Estafen!' en colaboración con Eduvim. También en el escenario local están las ediciones de 'Los Ochoa' y 'La Potra' por Interzona del año 2003, a lo que siguen las ediciones de El Cuenco del Plata entre el año 2004 y 2013. Podríamos decir que desde fines de los 90 hay una cierta continuidad en generar un alcance mayor de las obras de Filloy, pero sigue siendo una grata sorpresa encontrarse con uno de sus lectores por fuera de Córdoba", reconoce.
De Olmos cuenta que empezó a dirigir la colección de UNRío en 2015 y propuso que cada libro tuviera prologo de una estudiosa de la literatura argentina o de Filloy. "Quería que estuviera a cargo e una mujer para contrarrestar un poco la misoginia de Filloy, una misoginia de época", subraya. Adelanta que el próximo libro de la colección será 'Periplo', el primero del escritor publicado en 1931.
En el caso se Guevara cuenta que llegó a la figura de Filloy "de casualidad": "Cuando terminé la Licenciatura, antes de comenzar el Doctorado, necesitaba un trabajo y la familia de un expresidente de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos, César Palui, me dio la posibilidad de ordenar la biblioteca que había heredado. Ahí me encontré con los libros de Filloy por primera vez, tuve el privilegio de leer 'Caterva' en una de sus primeras ediciones de autor y me generó esa sensación, que nos pasa a muchos investigadores de Filloy, de estar 'descubriendo un autor", repasa.
La investigadora y doctora en Literatura considera que "por supuesto, esa percepción no deja de ser fruto de una mezcla de petulancia con ignorancia, pero también es cierto que, en Buenos Aires, Filloy no forma parte de los programas universitarios y que, en general, es un escritor injustamente poco leído".
Sobre por qué puso el foco en los años 30, Guevara dice que se debe a que en esa décadas estás sus obras preferidas y apunta que al leerlas, le pareció que "era necesario para los estudios literarios dimensionar la significancia de su perspectiva, en todos los sentidos descentrada, en torno a la cuestión nacional del período".
El traductor y escritor Ariel Magnus sostiene que Filloy sigue siendo "un autor bastante de culto, incluso para quienes lo conocen y quizá lo han leído, por lo vasto de su obra".
"Fuera de Río Cuarto, la mayoría cree que el puente Filloy es por el arquero. Pero mientras se siga editando, no hay problema. Filloy no se va a mover de donde está, como no se movió de Río Cuarto, y su obra no va a dejar de crecer e influir sobre generaciones. Siempre fue un precursor, armó su obra en soledad y escribió para lectores pacientes", subraya.
Con información de Télam