Sorpresa en el tango y el chamamé por el “chamatango"

Una destacada pianista y compositora mezcló los dos géneros populares de la música argentina y su obra será presentada en Europa.

07 de abril, 2025 | 19.36
 Noelia Sinkunas  Noelia Sinkunas

La pianista y compositora Noelia Sinkunas consolida una convivencia especial entre dos pilares fundamentales de la cultura argentina: el tango y el chamamé. En una búsqueda constante por insuflar aire fresco a la música litoraleña sin desatender su rica tradición, Sinkunas logra una amalgama de melodías y ritmos en su más reciente producción discográfica, titulada "Unión y Perseverancia".

La jugada misión de fusionar el tango y el chamamé no es sencilla, considerando el profundo arraigo y la significativa herencia cultural de ambos géneros, que comparten más que la presencia de acordeones y guitarras en su instrumentación. El tango fue reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el 30 de septiembre de 2009, y el chamamé recibió similar distinción el 15 de diciembre de 2020. Ambos poseen una conexión histórica y sentimental que Sinkunas explora con sensibilidad.

Más allá de sus orígenes geográficos distintos –el Litoral, con Corrientes como epicentro para el chamamé, y la región del Río de la Plata, abarcando Buenos Aires y Montevideo, para el tango–, ambas expresiones musicales están intrínsecamente ligadas a la consolidación del Estado nacional. Su forma definitiva se vio moldeada por la llegada de instrumentos europeos con la inmigración, como el acordeón, la guitarra, el bandoneón y el contrabajo, elementos que hoy sirven de puente sonoro en la propuesta de Sinkunas.

Impulsada por una profunda fascinación por experimentar con diversos géneros musicales, la artista demuestra en "Unión y Perseverancia" que el tango y el chamamé no son entidades opuestas, sino que poseen una fuerza de atracción mutua capaz de generar nuevos senderos creativos. Su trabajo abre nuevos puentes sonoros entre mundos que a menudo se perciben como disímiles, todo ello imbuido de un sentimiento palpable de añoranza por su tierra natal.

Como bien apunta el sitio Diario Época, Noelia Sinkunas nació en Berisso en un ambiente familiar donde el tango y el folclore eran presencias constantes. Su primer encuentro con la música se produjo a los cinco años. "Mi papá ganó un teclado en un sorteo de la iglesia del barrio. Así fue como comenzó mi camino en la música y no se detuvo hasta el momento", rememoró en una entrevista.

Con cuatro álbumes publicados, Sinkunas transitó de las composiciones instrumentales de sus primeros trabajos, "Escenas de la nada mirar" (2018) y "New York Sessions" (2019), hacia una inmersión en estos dos géneros tradicionales con "Salve" (2022), disco que le valió un Premio Gardel como "Mejor Álbum de Folclore Alternativo 2023".

"A Berisso", una de las ocho canciones que integran su nuevo trabajo, se erige como una muestra inicial de la fusión entre las melodías melancólicas del tango y el ritmo festivo del chamamé, un canto dedicado a su ciudad natal a través de esta singular mixtura sonora. Lanzado a fines de 2024, su obra toma su nombre de la intersección de dos calles emblemáticas de Berisso y presenta 12 canciones. 

"Este nuevo disco es de tango, chamamé e improvisación libre. Intentó cruzar los límites de la tradición y variar hasta llegar a un punto experimental, siempre tratando de que todo conviva como un viaje en el tiempo", explicó la artista sobre su reciente trabajo, que acentúa la fertilidad del encuentro entre el tango y el chamamé.

El tango y el chamamé como "primos hermanos"

Para esta producción, Sinkunas contó con las valiosas colaboraciones de Ricardo Mollo, Mocchi, Daniela Herrero, Leo García, Tomás Llancafil, Alex Musatov y Nana Arguen. Para la compositora, la combinación natural de estos géneros es una parte intrínseca de su vida y su entorno, algo que experimenta desde hace años. 

"Un álbum es la fotografía a un momento de mi vida, no es algo planificado", afirmó. Su encuentro con la bandoneonista, compositora y arregladora Milagros Caliva durante la producción de "Salve" fue crucial para profundizar en los sonidos del acordeón e introducirse de lleno en el "mundo del chamamé", enriqueciendo aún más su visión de la convergencia entre ambos estilos.

Sinkunas lleva publicados cuatro discos y con "Salve" comienza a centrarse en estos dos géneros tradicionales.

Sinkunas asegura que la unión estilística entre el tango y el chamamé no representó una dificultad en sí misma. El mayor desafío radica en la difusión de su obra, debido a ciertas "leyes tácitas" que imponen divisiones en la escena musical. Sin embargo, ella considera que "todo es música popular argentina, que son nuestras voces y hablan de lo que nos pasa en la actualidad. A mí personalmente me gusta que conviva todo dentro del folclore", reflexionó sobre el panorama musical, abogando por una mayor integración.

Desde su perspectiva, el tango y el chamamé son "primos hermanos", diferenciándose en su identidad –porteña uno y más provincial el otro–, pero compartiendo la evocación del río, la nostalgia y emociones universales. "La instrumentación y los ritmos son distintos, pero aunque tengan tonalidades distintas están hermanados", expresó la artista, quien participó en la 31ª Fiesta Nacional del Chamamé en 2022.

Como se mencionó, el álbum ha sido postulado para los Premios Gardel y ya cuenta con una nominación para los premios Tango Siglo XXI. "Me gusta combinar estilos, pero lo que más me define es el tango alternativo, mi oficio de toda la vida fue acompañar cantantes de tango", recordó Sinkunas, quien ha compartido escenario con renombrados artistas como Adriana Varela, Cacho Castaña, Luis Salinas, Antonio Birabent, Palo Pandolfo, Lidia Borda, Dolores Sola, Chino Laborde y Ariel Ardit, entre otros.