La séptima noche del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María tuvo como momento especial la presentación de la legendaria banda Los Manseros Santiagueños, quienes como en cada ocasión, brillaron con su famoso repertorio que atrapa a fans de todas las edades. En el marco de sus 65 años con la música, dejaron un lindo mensaje para los amantes de su arte: “Los dolores y el cansancio se van”.
Sin dudas, la participación de Los Manseros Santiagueños fue el momento de lujo del folklore en el Festival de Jesús María, ya que los niños, adolescentes y adultos ovacionaron cada canción. En una de las noches con más público, con más de 26 mil espectadores, los populares artistas confesaron que tocar en el Anfiteatro José Hernández es “un orgullo” y uno de los momentos que más aguardan en el año.
También describieron que Jesús María es como un motor que los “impulsa a creer” tras cada show y les da la fuerza anímica para seguir adelante con la pasión por el folklore. En ese marco, expresaron que es un espacio donde se revive la cultura argentina y las tradiciones de la población. “En tiempos violentos, es un lugar del que todos necesitamos para conseguir que el género perdure por muchos años más”, convocó Onofre Paz.
Luego de marcar un legado a lo largo de casi siete décadas, Los Manseros mantienen la esperanza de “seguir por muchos años más”. Desde hace varias ediciones se han convertido en una de las bandas más convocantes con la que cuenta el Festival Nacional de Doma y Folklore. Las figuras santiagueñas han trascendido generaciones enteras que entonan con pasión sus grandes éxitos.
El mensaje de Los Manseros Santiagueños en Jesús María
“Siempre decimos que nosotros le cantamos a tres generaciones: a abuelos, padres e hijos”, explicaron los cantautores y confesaron que mantener un grupo por más de 65 años fue un desafío que “les costó muchísimo”. Del mismo modo, ante su público revelaron que el éxito está en mantenerse en actividad, ya que desde el día en que Onofre armó la banda en 1959, nunca se quedaron en el tiempo.
El trabajo constante permitió que lleguen a grabar casi 50 discos, de los cuales en la mayoría tienen grandes hits que recuerdan generaciones enteras. Tanto niños, como jóvenes y adultos mayores cantaron juntos “Monte Quemado”, “Eterno amor”, “Ciudad de La Banda” o “Desde siempre y para siempre”. Y si bien el tiempo pasa, no es un obstáculo para que los artistas sigan tocando en los festivales.
“Los dolores y el cansancio se van”, describieron sobre cuando llega el momento de subirse a un escenario. Y por eso despejaron todas las dudas: “Estamos con ganas de seguir por muchos años más, que Dios nos de vida y salud”. Por último, a pesar de que se inclinan por lo tradicional, son conscientes sobre los nuevos tiempos, por lo que “están abiertos” a las nuevas propuestas musicales de las nuevas generaciones, pero siempre, sin olvidar sus raíces.