Guido Morán presenta su nueva canción: "Los mandatos han coartado vidas"

El músico se expresó con El Destape Web sobre su presente artístico, su vínculo con su público y las dificultades de ser independiente.

15 de marzo, 2022 | 16.47

Guido Morán estrenó su canción Tocado hace algunas semanas y se explayó al respecto en diálogo con este medio. El track es la tercera pieza publicada del disco conceptual en el que el artista aún trabaja.

Guido Morán dejó su Necochea natal a sus 15 años para comenzar su camino artístico en Buenos Aires.

¿Cómo vivís la repercusión de Tocado, dos semanas después del lanzamiento?

- La verdad es que estoy muy feliz con todo lo que está pasando, más allá de los resultados fríos de los números, que no soy muy partidario de hablar de eso, no porque no estén a mi favor sino porque siento que es reducir todo un hecho artístico a un número. Me parece horrible, pero es un indicador. El lanzamiento me está poniendo muy feliz más que nada porque se está entendiendo lo que quiero contar, Tocado viene un poco a hablar de no esperar la validación de afuera para hacer lo que amamos, sin ser juzgados por eso. Cuando uno estrena un tema, ya deja de ser de uno en un punto y comienza a ser de todo el mundo, lo completan como obra las personas que lo escuchan.

Además ya tuve la oportunidad que compartirlo con el público, en el Teatro Vorterix en una Fiesta Plop, y fue increíble el recibimiento. La verdad que estoy muy contento y a full con lo que sigue de vivos, trabajo en el estudio, viviendo todo este proceso en realidad con mucha felicidad por el hecho de poder hacerlo. En definitiva, siempre en un proyecto independiente como el mío lo importante es poder seguir haciendo y no hay otro camino más que entregarse. 

¿Por qué tuviste la necesidad artística de expresarte sobre esta cuestión de no rendirse ante los mandatos y de saber cuestionarse e ir por lo que uno quiere?

- Es un tópico que vengo tocando desde mi primer disco, hace diez años. Me parece que hay algo que reforzar todavía, esta idea del qué dirán y los mandatos han coartado muchísimas vidas y muchísimas posibilidades desde la experiencia. Me parece muy necesario hablar de esto. Uno no viene a este ratito que llamamos vida a cumplir las expectativas de nadie y tenerlo claro nos da la posibilidad de poder hacer y decidir. De verdad creo que el tiempo acá es muy corto como para estar viviendo para caer bien. Estamos en una era en la que todo parece que es apariencia, una imagen hacia afuera y verlo de esa manera siento que hace que muchas personas sin darse cuenta pierdan la libertad. Estoy como empecinado en hacer entender que el tiempo de uno es finito y que a la libertad no hay que negociarla en absoluto, siempre que hablemos de una libertad responsable. La libertad de uno termina donde comienza la del otro y viceversa. Creo que es por ahí, tengo como una obsesión con la libertad, en el buen sentido.

Adelantaste algunas de las canciones que van a ser parte del disco conceptual en el que estás trabajando. ¿Hubo una elección premeditada sobre por qué estas canciones debían ser estrenadas antes, como singles?

- No es azarosa la elección. Es un proyecto en el que vengo trabajando desde hace mucho tiempo y sí, hay un porqué. Siento que el orden en el que estoy mostrando la historia hasta que la podamos ver completa es el que serviría para ir entendiéndola de alguna manera. Primero saqué el último capítulo de esta saga musical, que es Karma, y luego fuimos por Random Boy. A Karma quise sacarlo primero porque a mí me encanta comenzar las historias por el final, porque siento que hay algo de eso que nos da ganas de descubrir cómo se llegó a ese resultado. Por otro lado, Random Boy era necesario porque es un tema que marca realmente casi todo el estilo del disco en lo musical y conceptual. Es uno de los temas que más resume las ideas de este disco: diversidad, aceptación, ser quienes tenemos que ser, empatía. Creo que era importante sacarlo rápido para plantar bandera y decir ‘el disco es esto’. Y Tocado salió por la necesidad de explicar esta historia desde el capítulo 1, entonces ya conocemos el principio y el final. Veremos cómo es el desarrollo, porque si se comparan las estéticas del primer y último capítulo son muy diferentes y eso tiene que ver con la construcción del universo y la historia que estamos creando.

Tus videos son muy pop, tienen mucha producción. ¿Cómo es ese proceso y qué tan difícil es llevar esa estética y producción a las presentaciones en vivo?

- Sí, la verdad que es un equipo muy grande el que trabaja en cada video. Imaginate que son aproximadamente 70 personas entre técnicos, artistas, actores, bailarines y directores de áreas. Es un equipo que viene trabajando hace muchísimos años ya conmigo. Además de mi proyecto, yo trabajo como director creativo en otros proyectos musicales y es un poco el mismo equipo dedicado a este proyecto. Es muy laborioso porque es muy difícil llegar a ese nivel de producción desde la independencia, lo remarco porque se puede. El mensaje no va desde “soy independiente y lo hago mega”, tiene que ver un poco con transmitir esto de que yo sé que afuera hay un montón de personas que sueñan con un proyecto musical y lo ven como algo muy difícil y quizás tienen un ideal en la cabeza para hacer que es muy difícil llevar a cabo. Soy de los que no se queda con eso, trato de llevar todo a cabo, aunque tarde bastante. A mí me ayudó mucho tener las ideas claras, porque es mucho más fácil materializarlas.

En cuanto a la puesta en vivo, sí, lo técnico es muy costoso y llevar mucho tiempo y ensayo. Pero lo logramos, las herramientas aparecen. Este es un proyecto que se viene trabajando hace muchísimos años, no es que hago un tema y lo saco, no tengo esa dinámica. Este trabajo tiene dos años y pico de pre producción y la idea más de cinco años. El tiempo ha conspirado a favor del proyecto. 

Vos venís de la comedia musical, donde se abordan todas las artes escénicas, ¿qué diferencias hay entre expresarse a través de la música y de hacerlo con otras disciplinas artísticas? ¿Por qué elegiste a la música para desarrollarte como artista?

- Uno de los puntos por el cual me decidí por la música es porque encuentro ahí como una síntesis de todas las áreas. Se la puede pensar a través del cine, de los videoclips, la puesta en escena, la luz, el sonido, el vestuario; toda la puesta. Encontré en la música y en el pop un lugar donde podía desarrollar con más herramientas el mensaje que quería dar. La diferencia que encuentro entre la música y la comedia musical es que en la primera puedo tener una voz propia. En la comedia musical también se puede, como autor, pero siempre estás resguardado atrás de un personaje. El proyecto lleva mi nombre real y creo que tiene que ver con poder mostrarme, ser genuino y tener voz propia. La música te permite eso.

Y, como artista solista, ¿cuánto te costó conseguir un público fiel? ¿Cuándo sentiste que ya tenías un grupo que te seguía?

- Creo que es un proceso. El público, como todos, avanza, crece, camina. Igual reconozco que hay personas que están siempre ahí, que ya les conozco los users y demás, que es algo hermoso. Un vínculo muy parecido a la amistad y a la familia sin serlo, porque son personas que no conozco. Es muy generoso lo que dan del otro lado. Lo empecé a identificar cuando empecé a tocar en festivales. Quizá en las redes los números para mí son fríos y uno a veces no toma tanta dimensión de que detrás de un millón de visualizaciones hay un millón de personas. En los festivales, cuando apareció por primera vez una bandera con mi nombre, dije "wow, acá hay algo más que números". O cuando se saben las canciones o se hacen grupos de amigos porque se conocieron en chats o festivales donde fueron a verme. Es muy loco y hermoso. Yo soy muy tímido y me cuesta mucho ser activo en redes, a veces me siento un tonto, que no sé a quién le estoy hablando (risas). Soy más de la vieja escuela, de juntarme con la gente y mirarla a la cara. Obvio que igual respondo todos los mensajes en redes, pero no hay mejor interacción con ellos que cuando toco en vivo.

Recién hablabas de cómo es ser un artista independiente en relación a la producción. ¿Y en cuanto a la industria? ¿Qué recibimiento y oportunidades tienen?

- La división artista independiente/ artista industria realmente existe, no es algo que se crean los independientes. Hay espacios de difusión y un montón de cosas que tiene que ver con la industria, a la que el independiente no accede, es así. También hay acuerdos, la discográfica tiene acuerdos con los medios, creo que la diferencia está en la difusión. Pero mi caso es muy loco, porque yo hago un lanzamiento y medios de música súper mainstream e importantes me difunden. Random Boy rotó en MTV en tres países, me enteré que Tocado está rotando en las dos radios más grandes de Perú y acá también, empezó a sonar en radios súper grandes. Eso realmente es un espacio de la industria que se abre a mi proyecto siendo independiente y en ese punto no me puedo quejar del trato que la industria tiene hacia mi proyecto bajo ningún punto. En el medio hay propuestas, pero yo quiero darle a mi obra lo que necesita y no venderla solamente para generar audiencia o difusión. Quiero firmar con las personas que lo entiendan artísticamente y están dispuestas a llevarlo a cabo como lo tengo en la cabeza. Y, si no, sigo solo, no pasa nada.

Soy un artista de disidencia, de la comunidad y aún es más difícil para nosotros estar en esos espacios. Pero igual no me puedo quejar, he estado en el Lollapalooza, Personal Fest, canales de música, me hacen notas de medios grandes. Son espacios difíciles y sé que soy un caso particular, a otros artistas independientes les es mucho más difícil. Tengo un trato casi de industria sin serlo. Creo que tiene que ver con la calidad con la que laburo y la seriedad que la industria ve en mi proyecto, porque realmente es mi vida y es lo que hago todos los días.

También puede tener que ver con los recursos que utilizás, por ejemplo en los videoclips, que están al top. No difieren de los videoclips de artistas industriales.

- Tiene que ver con poner todo en el proyecto. Soy de los que piensa que si uno no cree en uno, ¿cómo va a hacer que alguien crea? También entiendo las limitaciones, porque yo hablo desde el privilegio que tengo de poder hacerlo a este nivel. Entiendo todos los sueños, pero hay una cuestión material, de capital, que si no existe es muy difícil. Pero todo ese privilegio fue construido, trabajo desde los quince años, que me vine de Necochea a Buenos Aires. Todo está puesto en mis proyectos, pongo todo. He pasado meses pidiendo a los viejos para pagar las expensas, pero el video, el master o el día en el estudio está. Tiene que ver con las prioridades.

Tus influencias musicales son muy pop, ¿te ves saliendo de ese género en un futuro?

- Pasa que yo soy de los que creen que todo se sintetiza en el pop. No tengo un prejuicio con respecto a los géneros, siempre hablo del pop desde una mirada estética más que musical. Si escuchás mis temas, hay canciones de rock, otros con bases urbanas, que vienen del trap o el reggaetón. No tengo prejuicios por los géneros, sí siento que a nivel musical le sirven más a la industria que a los artistas. Creo que hoy esos límites están muy cruzados, no sé si existen proyectos puristas de géneros y está bueno que eso suceda porque abre un poco las posibilidades de hacer. Es como que tenés las paletas de colores para pintar un cuadro y te falta el azul, solo por un prejuicio de decir “yo no hago rock o reggaetón”, creo que eso es poco inteligente y que te estás privando de tener un color más. Ahora, si me preguntás si en unos años me van a escuchar tocando un mega rock pesado, no lo sé. Si la obra lo requiere, no tendría el prejuicio. Siento que todo tiene que estar siempre en función a la obra y a lo que quiero contar.

¿Cómo hacés para romper con esa idea de que “ya está todo hecho”, a la hora de crear una obra?

- Es que no creo en esa frase. Creo que hay mucho por hacer y descubrir y mi proyecto en un punto plantea esa cuestión experimental. Hace poco me dijeron uno de los mejores elogios que pude haber recibido después de tanto tiempo de trabajo: “Se ve o se escucha algo tuyo y ya se sabe que es Guido Morán”. Y eso es un re elogio, porque tiene que ver con la personalidad artística y con la búsqueda que hubo hasta encontrar los propios colores, matices, sonidos. Y cada tanto aparecen proyectos que rompen con esa idea de que todo está hecho, pero tiene que ver con que quienes los producimos no creemos que es así.