A 125 años del nacimiento de René Magritte (1898-1967), genial artista belga, amigo de Dalí, Miró y Breton, que dejó la bohemia parisina en su juventud pero siguió pintando a lo largo de toda su carrera sus inconfundibles "acertijos" artísticos, la ciudad de Bruselas se ha engalanado con murales que recrean los misteriosos cuadros del pintor surrealista belga.
René François Ghislain Magritte nació el 21 de noviembre de 1898 en Lessines, Bélgica. Destacado exponente del surrealismo en Bélgica durante el siglo XX, dejó una huella significativa en la escena artística de su país. A diferencia de sus compañeros surrealistas, sus creaciones no se nutrían exclusivamente de los reinos oníricos; más bien, Magritte destilaba la esencia de la realidad para, de manera sorprendente e ingeniosa, ofrecer imágenes que desafiaban las convenciones y, al mismo tiempo, cuestionaban la propia naturaleza de la realidad.
El artista podría ser considerado como un surrealista conceptual, profundamente interesado en la ambigüedad inherente a las imágenes y las palabras. Su exploración se centraba en la peculiar relación entre lo representado en la pintura y la realidad misma, desentrañando la magia presente en lo cotidiano.
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Inspirado por Giorgio de Chirico, Magritte inicialmente se sumergió en la creación de paisajes misteriosos impregnados de significados ocultos, silencio y un agudo sentido del humor. Para él, la realidad constituía una ilusión, una trampa que debía ser desentrañada. A lo largo de su carrera, se adentró en la dicotomía entre el espacio real y la ilusión espacial, utilizando la pintura como medio para explorar estas dimensiones.
Aunque sus obras eran subversivas en muchos aspectos, el artista se mantuvo distante del surrealismo militante y dogmático liderado por Breton. A pesar de la naturaleza provocadora de sus pinturas, llevó una vida tranquila y burguesa, alternando entre París y su Bélgica natal. Las rutinas cotidianas de un belga de clase media constituyeron, de alguna manera, su máxima fuente de inspiración para la creación de sus extraordinarios cuadros.
Coincidiendo con el 125 aniversario del nacimiento de Magritte, Bruselas se ha engalanado con murales que recrean los misteriosos cuadros del pintor surrealista belga, sobre las paredes de algunos de los lugares más transitados de la ciudad, en la que vivió la mayor parte de su vida.
En octubre y también para celebrar el aniversario y tras seis meses de renovaciones, el emblemático museo Magritte, insignia de los museos reales de bellas artes de Bélgica, reabrió sus puertas en Bruselas para mostrar de nuevo más de 230 obras de arte de esta figura emblemática del surrealismo, un movimiento que en 2024 celebra su centenario.
Con información de Télam