Nada que esperar: militancias y amistad en los 90

El libro de Sebastián Scolnik rescata experiencias políticas y militantes de grupos de amigos, organizaciones sociales y partidos de los 90 y principios del 2000.

10 de mayo, 2023 | 11.46

A fines de los 90 un grupo de jóvenes pintaba en las paredes la consigna “Votá lo que puedas, construí lo que quieras. No hay nada que esperar”. Esa proclama que se abría paso a fines del menemismo, prefiguraba el ánimo social desanclado de la representatividad política del 2001.

Nada que esperar es el título del libro de Sebastián Scolnik. Una publicación que rescata experiencias políticas y militantes de grupos de amigos, organizaciones sociales y partidos de los 90 y principios del 2000.

La militancia estudiantil, las Cátedras Libres Ernesto “Che” Guevara, los escraches de H.I.J.O.S. a la militancia con Hebe. Scolnik hace un repaso de sus experiencias personales y  revive la construcción de colectivos diversos, dinámicos y potentes que ocurrieron en la década del 90. Una época que durante kirchnerismo se leyó como absolutamente despolitizada. Una sentencia que, a partir de este trabajo, se pone en cuestión.

En la actualidad, todas las referencias a la década del noventa consignan al periodo como una época de oscuridad. Privatizaciones, desocupación y desmantelamiento de zonas enteras de la vida popular y productiva del país. Todo eso es tan cierto que no requiere ningún tipo de apelación. Pero así como hubo que pensar a fondo los setenta y los ochenta, (Sin la lucha de las Madres y el pensamiento de León Rozitchner esto hubiera sido muy difícil) si no pensamos los noventa sustrayéndonos de sus estereotipos tampoco podremos comprender lo que nos pasó y cómo llegamos a ser lo que somos. Consigna Scolnik en la primera parte del libro.

Horacio González, David Viñas, León Rozitchner, Luis Mattini, entre otros críticos, aparecen como personajes cercanos, activos y entrañables. Una nueva oportunidad para volver a pensar con ellos.

El libro se desenvuelve entre bordes difusos, oscila entre géneros: es un relato autobiográfico fuertemente ensayístico o un relato ensayístico fuertemente autobiográfico. Más verdadero es que carga con incontables anécdotas que hacen aflorar un humor agudo y bestial al mismo tiempo que nos inmiscuye en complejos análisis políticos e intelectuales. Narraciones cargadas de experiencias que se cuentan desde el cuerpo: las decisiones se toman desde los pulmones y desde el estómago, contrario a la vida del cálculo y las neurociencias que proliferan actualmente.

Vigilias del 24 de marzo bañadas en escupitajos, Irrupciones extorsivas de la barra de Atlanta, ridículas escenas de conflicto con  militantes históricos del PC, una expedición a la biblioteca personal del Che Guevara en Cuba, los redondos siempre de fondo. El libro del “ruso” Scolnik nos da la posibilidad de hacer un repaso por eventos de los últimos 30 años con una mirada sensible y puntillosa que gusta de observar el reverso de lo político.

Nada que esperar trae a los militantes un activismo intempestivo, alegre y crítico y a los investigadores experiencias situadas con los pies en el barro. El ruso, con este libro, nos abre a la posibilidad de buscar en ese pasado reciente una vitalidad deseable para futuras luchas. 

El libro está editado de manera conjunta por las editoriales Tinta Limón y Cordero Editor y el blog Lobo Suelto. Un trabajo colectivo que hace honor al subtítulo: “Historia de una amistad política”.