La periodista Ana Sicilia presentó anoche en el Museo Evita "Libros tras las rejas", su debut en la literatura en el que narra con emoción e intensidad sus visitas desde hace seis años a unidades penitenciarias de todo el país, donde arma bibliotecas, brinda talleres literarios y donde ya lleva repartidos 8.500 libros a personas privadas de su libertad, un proyecto que "fomenta la lectura en contextos de encierro, lo que nos hace libres en cuerpo y alma", dijo durante el lanzamiento.
"Un día como hoy hace seis años pisé por primera vez una cárcel como parte de un taller literario al que me invitó Julián Maradeo, así se abrió el primer candado. Nunca imaginé todo lo que iba a pasar en este tiempo. Justo hoy a la mañana volví a ese mismo lugar, la unidad número 9 de La Plata, pero con mi propio libro en mano y antes de presentarlo acá, lo presenté ante los compañeros detenidos que me ven ir todos los martes desde hace seis años", contó Sicilia, quien trabajó una década en radio y televisión, durante el emotivo lanzamiento que tuvo lugar ante un auditorio repleto de público.
Publicado por Editorial Almar, "Libros tras las rejas" es una suerte de diario personal en el que la autora narra la inmensa labor de fomentar la lectura en contextos de encierro y de vulnerabilidad social, mientras recorre diferentes cárceles en todo el territorio argentino. El proyecto la llevó a crear la Fundación AS, el espacio con el que hoy busca ayudar a quienes más lo necesitan en diferentes contextos de vulnerabilidad.
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"En esta suerte de diario, la autora nos cuenta cómo armó bibliotecas para personas privadas de su libertad, pero sobre todo cómo forjó esa red indestructible", escribió la reconocida autora Claudia Piñeiro en la contratapa del libro, que además deslizó un guiño al proyecto de Sicilia en su última novela, "El tiempo de las moscas".
Lo que empezó como un taller de lectura en una unidad penitenciaria se convirtió en la punta de lanza para ir más allá para "Anita" Sicilia, quien entendió que los libros podían cambiar la vida de los privados de su libertad y convertirse en un puente, en una segunda oportunidad: "La lectura como oportunidad para volver a empezar", fueron las palabras de la autora quien aseguró que todo lo recaudado por la venta del libro irá a parar a la fundación AS.
"El primer libro que firmé fue esta mañana, en el ágora de la Unidad 9 de La Plata, a Jorge, uno de los muchachos que escribió un poema que hizo en uno de los talleres literarios en las cárceles de la provincia de Buenos Aires, que por esas vueltas de la vida me llegó. Con su consentimiento y su firma, incluí su poema en el libro", relató Sicilia.
A continuación, en un momento emotivo de la noche, Sicilia leyó a la audiencia el poema de Jorge: "Él se lo buscó, él deseó nacer en la pobreza, él anheló criarse en la villa, él se inclinó a pasar hambre, él buscó tener frío en los huesos, él optó por ir a la escuela en ojotas. Él escogió una madre golpeadora, él puso los ojos en un padre ausente, él prefirió una sociedad indiferente, él adoptó un estado que lo ignore, él se decidió por una familia de mierda, él eligió una infancia perdida, él antepuso una adolescencia en las calles, él seleccionó un futuro sin futuro.
A lo largo de 102 páginas, la escritora oriunda de Burzaco y licenciada en Comunicación Social, narra en primera persona su labor de llevar libros a las cárceles, que es también llevar libertad, llevar conocimiento, un lugar de pertenencia, poder empezar a pensar, en palabras de Hernán Lijo, de editorial Almar, quien acompañó la presentación junto a Florencia Codagnone y Carla Lorenzo.
Mi propósito es seguir creando redes para fortalecer el incentivo a la lectura y así aportar a reducir los índices de reincidencia delictiva a través de la educación como base, sostuvo la escritora y tallerista que bautizó a este proyecto Libros en los pabellones.
Al respecto, la autora señaló: "No es 'bueno, dejo el libro y chau. Me fui, no te vi nunca más'. Es un nexo, un ida y vuelta, una red que se va armando gracias a las personas, que se extiende, con los compañeros liberados que vuelven a sus barrios. Y así, el sábado pasado, por ejemplo, inauguramos una biblioteca en un barrio vulnerado de Florencia Varela, que armamos con unas maderas que construyeron en la unidad 43 de González Catán y además se plantaron árboles en un basural que estamos convirtiendo en plaza, relató Sicilia que insistió en el final: "La lectura nos hace libres en cuerpo y alma".
Con información de Télam