Cinco hechos en la vida de Fito Páez que no están en la serie de Netflix

Una situación de abuso, la charla con el asesino de su abuela, el día que se hizo pasar por Maradona y las operaciones para salvarse del Servicio Militar Obligatorio.

06 de mayo, 2023 | 10.29

Toda biografía es el recorte de una vida. Si la obra respetara todos los tiempos debería durar lo mismo que la vida que intenta recrear. Eso ocurre con la serie El amor después del amor de Netflix que muestra la vida de Fito Paez en base a sus memorias. 

Hay cinco hechos que Páez cuenta en el libro Infancia y Juventud (editorial Planeta) que no son mostrados en la serie. Esto no es una crítica a la propuesta audiovisual que recreó con maestría artistas como el rosarino y también a Charly Garcia, Fabiana Cantilo y Luis Alberto Spinetta. Se trata de una mera descripción o la apertura de un debate. 

1- El abuso en la cancha

La serie da a entender que la empleada doméstica de Fito Paez abusó del músico cuando era un niño. Además de esa situación, en el libro de Planeta, Paez cuenta otro abuso que sufrió de niño. 

La situación ocurre en la cancha de Newell´s donde Fito estaba con un vecino. "Bajé mi braguita y comencé a orinar en un mingitorio. Don Tito hacía lo mismo en otra fila de espaldas a mí. Era un enjambre de hombres aquel meadero. De pronto un hombre de estatura pequeña con la cabeza rapada tostada por el sol con ojos de sátrapa comenzó a tocarme el pito, con delicadeza. Recuerdo su mirada perdida en éxtasis", cuenta. 

FIto gritó y el hombre fue detenido por los demás simpatizantes de Newell´s. La policía lo llevó esposado y lo salvó del linchamiento. 

2- Se arrancó siete muelas para evitar la colimba

El músico rosarino cuenta que no quería ir al Servicio Militar Obligatorio para no interrumpir su carrera musical y para evitarlo iba a hacer todo lo posible. Luego de pasar el examen de ingreso pese a su delgadez, Fito leyó en detalle el prospecto militar y encontró que figuraba la "pérdida de la masa masticatoria". 

"Esa fue la primera extracción de rigor médico. Las otras seis muelas me las quité en dos guardias odontológicas que se ubicaban en la esquina porteña de Córdoba y Billinghurst. No hizo falta ningún protocolo odontológico por las extracciones. Solo el pago correspondiente", narra. 

El músico fue salvado de la colimba a cambio de modificar su boca de forma extrema. 

3- El diálogo de Fito con el asesino de su tía y su abuela 

Fito cuenta que antes de que mate a su tía y su abuela tuvo diálogo con Walter Di Giusti. El músico tocaba el piano que estaba junto a la ventana del livingde la casa de Rosario y el entonces joven se quedaba parado fuera para escucharlo. 

Ante la recurrencia del acto y pese al pedido de que no vuelva, Di Giusti regresaba. Finalmente Fito accede a que se quede y conversan sobre música. Luego se da cuenta que iba a su misma escuela, la Dante Alighieri de Rosario. 

"De vez en cuándo me asomaba y charlaba unos minutos con él. Le gustaba el heavy metal género del que nunca fui adepto. Sin embargo había disfrutado algunos discos de black Sabbath y eso fue motivo para algunas esporádicas conversaciones. Él quería estar a mi lado. Cuando tocaba en los actos de la Dante Alighieri se las arreglaba para hacerme sentir su inquietante presencia", afirma Paez. 

4-El Negro Olmedo y Goyeneche

El libro cuenta un encuentro entre el Negro Olmedo, Fito y Charly en el baño de un bar. El músico desliza que fueron a tomar algo que les dio risas y que él se apartó porque se alejaba de las drogas. 

La serie no muestra esa escena memorable de Fito Paez, como tampoco su intervención en la película de Pino Solanas, donde protagonizó un personaje entrañable junto al legendario polaco Goyeneche. ¡Qué placer hubiera sido volver a verlos!

5- El día que se hizo pasar por Diego Maradona

Fito viaja con Cecelia Roth a Fiji en Oceanía. Allí se encuentra con una especie de Rey "que no tenía menos de cien años" y su tribu que le preguntan de dónde eran. Fito le explica que son de Argentina y empiezan a preguntar por Maradona. El músico le dice que era amigo de Diego, pero el rudimentario español no es comprendido por la tribu que asocia los rulos con Diego y lo confunden. 

El rosarino no tuvo otra opción que desfilar por toda la isla como si fuera el astro del fútbol. Es conocido que Fito tenía una gran habilidad con la pelota y no le costó jugar un partido. La escena es memorable.