Para Jane Lazarre, sus escritos son su política, pero asegura que "siempre" desea "poder hacer más" y al momento de pensar qué moviliza ese hacer, la perspectiva feminista es un motor como así también la lucha contra el racismo y el sexismo, que según analiza están resurgiendo legal, cultural y políticamente.
Defensora de la dimensión personal para potenciar la escritura política, la referente del feminismo en Estados Unidos opina sobre la coyuntura en su país y asevera que todavía está procesando las consecuencias de la pandemia en su vida personal y colectiva.
-T: Plantea que está en una etapa de su vida en la que trata de extender la compasión y la comprensión que siente por su familia a extraños y a amigos para lograr un mundo más amplio. ¿Qué lugar ocupan los feminismos en esa capacidad para ampliar mundos y modos de vida familiares?
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-J.L.: Tanto el racismo como el sexismo proliferan ahora en muchas naciones, incluida la mía. Ambos males, por desgracia, están resurgiendo legal, cultural y políticamente. Los asesinatos de George Floyd y otras víctimas de la policía racista en este país, el movimiento Black Lives Matter, el neofascismo de los años de Trump que resultó, en parte, en la decisión de la Corte Suprema que terminó con el derecho de la mujer a elegir el embarazo y la maternidad, en muchos estados terminando o restringiendo severamente el derecho al aborto, todas estas fuerzas han fortalecido los movimientos feministas. En términos de racismo en particular, como resultado de pasar los últimos cincuenta años en una familia negra, incluyendo relaciones estrechas con mi marido, mis hijos, mi suegra y otros, tengo la oportunidad y la responsabilidad de escribir y hablar lo que he aprendido.
-T: Después de que la Corte de Estados Unidos revocara el derecho constitucional al aborto, ¿cómo procesan esto los colectivos feministas? ¿Cómo ve las estrategias ante esta medida?
-J.L.: En este país hay feministas de diversas opiniones políticas. Hay manifestaciones callejeras a veces, un aumento, desde la decisión, de mujeres que se registran para votar (esperemos que por representantes comprometidos con los derechos reproductivos.) Cada vez más mujeres escriben y hablan sobre esta terrible decisión, tanto en la política dominante como en organizaciones más radicales. Todo esto en todas sus formas me parece importante, alianzas para reclamar este derecho.
-T: Cuenta que empezó a escribir este ensayo durante la pandemia, cuando solo podía ver a sus alumnos por zoom y habla de ese momento como traumático pero también lo considera una oportunidad para aguzar la visión, afianzar el imperativo de hablar alto y claro, de forma honesta, pese a la confusión y la ansiedad. ¿Cómo cree que se procesó esa etapa de mayor encierro y confusión?
-J.L.: Mi experiencia durante la pandemia, como la de muchos otros, fue una mezcla de miedo, ansiedad, a veces parálisis, y a veces la capacidad de atravesar todo esto para escribir. Escribir en mi diario a menudo me ayudó a superar los días dolorosos, especialmente en la ciudad de Nueva York, donde había pocas posibilidades de estar fuera, donde las calles estaban vacías y las sirenas eran omnipresentes. Uno de mis hijos vive lejos y sólo podía verlo con el zoom, el otro vive cerca pero la imposibilidad de tocarlo o sentarse a menos de dos metros de él era extremadamente dolorosa. Todavía estoy procesando las consecuencias de ese momento en mi vida personal y en nuestra vida colectiva. Publiqué un libro de poemas, "Breaking Light", que incluía un poema sobre el encierro, "Virus Time", y esto me dio la sensación de que volvía a tener voz.
Con información de Télam