La saga de El Planeta de los Simios regresa a los cines con el estreno de El Planeta de los Simios: Nuevo Reino. La película se ambienta varias generaciones después de los acontecimientos de última trilogía de precuelas, estrenada entre 2011 y 2017. Por tanto, será una nueva historia que, en cualquier caso, cuenta con profundas conexiones con el material de partida protagonizado por el simio llamado César. Teniendo en cuenta que las tres últimas películas hacían referencia también a la saga original, que arranco allá por 1968 con Charlton Heston, un repaso por algunas claves de la saga primate antes de acudir a las salas a ver el nuevo capítulo de la franquicia.
La inteligencia de los simios
Desde la primera parte de la trilogía más reciente, titulada El Origen del Planeta de los Simios, se estableció que los humanos experimentaban con los primates para sus propios avances científicos. Concretamente un hombre llamado Will Rodman (James Franco) estaba buscando una cura para el Alzheimer y, para ello, experimentó con un chimpancé, César. Los resultados son muy distintos a los que él esperaba, pues lo que consigue es dotar al simio de una inteligencia extraordinaria. Sin embargo, también desata un virus mortal para muchos humanos. Este virus AlZ-113, conocida como gripe simia, causó una pandemia mundial que destrozó a la humanidad a la vez que desarrollaba enormemente la inteligencia de los primates.
Quién es César
César el mono original que experimentó los efectos del virus, se convirtió en el gran líder de la revolución de los simios. Su objetivo siempre fue el de establecer una comunidad inteligente, libre y pacífica de primates Sin embargo, tuvo que lidiar tanto con otros miembros de su especie, también evolucionados, con aspiraciones más ambiciosas y violentas, como con los humanes que siguieron viendo a los simios como unos animales a los que exterminar para acabar con la pandemia.
Con el tiempo, César acabó siendo no solo en un líder militar y político sino también espiritual de la comunidad primate. Sus valores de convivencia y libertad establecieron las bases de lo que debía ser la población de simios por todo el mundo.
La humanidad se destruyó y los humanos se volvieron primitivos
Cuando la pandemia de la gripe simia se desató por todo el mundo, la humanidad entró en crisis. Sin embargo, no fue lo único que acabó con la civilización. Y es que las distintas visiones sobre qué hacer para frenar al virus, y también el ascenso de los monos, llevaron a los humanos a una guerra entre ellos mismos. Algunos militares quisieron tomar el control por la fuerza, desatando un conflicto que mermó aún más a la población. Al final, mientras los simios se desarrollaban cada vez más, los seres humanos, incapaces de avanzar todos en una misma dirección, se destruyeron entre ellos hasta acabar reducidos a pequeños grupos salvajes.
MÁS INFO
Tras una primera fase absolutamente mortal por parte del virus de la gripe simia, este ser microscópico mutó en los compases finales de la trilogía. Algunos humanos consiguieron sobrevivir, pero los efectos que tuvo sobre muchos de ellos les hicieron retroceder en la escala evolutiva. Al entrar en contacto con el virus, los humanos perdían la capacidad de hablar y comenzaban a comportarse como seres primitivos.
Hay humanos en el espacio
Una subtrama que se dejó en el trasfondo de toda la franquicia es que un grupo de humanos se marchó de misión al espacio justo antes del estallido de la gripe simia y de esta suerte de Apocalipsis que sacudió a la civilización. A través de varios detalles a lo largo de las tres películas, se dejo en claro que este grupo de astronautas está perdido por el espacio y no hay forma de contactar con ellos.
- Con información de Europa Press.