La película de terror sobrenatural Háblame, debut como cineastas de los australianos Danny y Michael Philippou, sigue teniendo una muy buena repercusión entre la crítica especializada y los cinéfilos debido a su truculencia y la originalidad de su estructura narrativa. Lo cierto es que el filme de posesiones demoníacas despertó la curiosidad de muchos que se preguntaron si la historia está basada en hechos reales.
Dirigida por el dúo a partir de un guion de Danny Philippou y Bill Hinzman, Háblame cuenta la historia de Mia, interpretada por Sophie Wilde, una adolescente que lidia con la pérdida de su madre y se cruza con un juego satánico que los jóvenes utilizan como una forma de drogarse. Desde su tragedia familiar, Mia prefiere pasar tiempo lejos de su padre estar en la casa de su mejor amiga Jade, encarnada por Alexandra Jensen, su hermano menor Riley (Joe Bird) y su madre soltera Sue (Miranda Otto).
Los adolescentes van a una fiesta donde hay una mano de yeso que supuestamente es la extremidad cortada y embalsamada de un psíquico. A partir de mencionar "Háblame" y "Te dejo entrar" la persona que agarra la mano ve un espíritu macabro y luego es poseído por él, sin que se pueda percibir por el resto de la gente.
Qué dijeron los directores sobre la historia en la que se basaron para crear Háblame
"Háblame es un fiel reflejo del hecho de que en la adolescencia uno no sabe cómo lidiar con los sentimientos y descubre algunas válvulas de escape que alteran la mente. Queremos que ésta sea nuestra primera película porque es lo más parecido al mundo actual y queremos plasmarlo", habían indicado los Philippou sobre el corazón de la historia distribuida por la prestigiosa compañía A24, que ya encargó una secuela de la cinta.
También, en una entrevista con Fotogramas Danny explicó que si bien la película no está basada en hechos reales sí parte de una traumática experiencia personal, en un accidente que lo hizo darse cuenta de lo que es capaz el contacto humano: “No podía parar de temblar. Los médicos no entendían el por qué… Entonces llegó mi hermana, se sentó a mi lado y me cogió la mano, y el temblor se detuvo. El poder de alguien que me amaba agarrando mi mano me sacó del estado de shock en el que me encontraba, y ese momento se quedó conmigo y me marcó para siempre”.