Arte incómodo: las obras que Instagram censura cuando la creación le molesta

29 de agosto, 2022 | 14.28

Cuerpos desnudos, disidentes o queer, retratados por artistas y presentados por galerías o sus autores son censurados por las redes sociales como Instagram, que no duda en ejercer el veto cuando los contenidos artísticos no se ajustan a su estándar ético, como ocurrió con el fotógrafo estadounidense Robert Andy Coombs o su colega brasileña Mona Kuhn, cuyas obras desparecieron abruptamente de la plataforma.

La censura desde las redes sociales a obras de arte que representan y simbolizan cuerpos desnudos, suma un nuevo capítulo para artistas y galerías que promocionan sus creaciones y muestras. Según refiere el medio especializado The Art Newspaper, las galerías y las exposiciones se encuentran más expuestas a esta "supresión de mano dura en la plataforma", que se aleja del sentido común y responde más a un sentido heteronormativo vigente.

Uno de los casos más recientes es el del fotógrafo Robert Andy Coombs, que se autodefine como "artista gay y discapacitado" y cuya cuenta principal fue eliminada tras compartir una foto de su autoría que forma parte de la exposición "Pure Joy" en la neoyorquina 1969 Gallery.

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El artista hizo su descargo en la propia red desde una segunda cuenta denunciando haber sido víctima de "ableism", un término que define el trato injusto a personas que presentan alguna forma de discapacidad

"#Censura de #DisabledBodies y #QueerBodies perjudicial para nuestras comunidades! @Instagram se enorgullece de ser inclusivo para todas las comunidades y anuncia que les encanta ayudar a los creadores que impulsan la innovación y siempre están ahí para ayudar a las próximas vanguardias! Esto es todo menos cierto cuando se trata de aquellos que están tratando de hacer del mundo un lugar más inclusivo y de aceptación", escribe Coombs.

La red social ejerció también recientemente la censura contra una obra de la fotógrafa brasileña Mona Kuhn. Una imagen donde se observa la silueta de un cuerpo femenino reflejado en una ventana, yuxtapuesto sobre un paisaje desértico que se titula "She Disappeared Into Complete Silence" ("Ella desaparece en completo silencio").

A partir de esta foto, la cuenta de Little Black Gallery de Londres (Inglaterra) fue borrada a principios de mes tras haberla posteado como felicitación a su galería asociada FAS44 de Las Vegas (Estados Unidos) con motivo de la muestra individual "Works" de la reconocida artista.

Según refiere el medio, la imagen fue marcada por Instagram como "Solicitud sexual para adultos", pero lo llamativo es que esta misma fotografía fue compartida por la artista en su cuenta de la red social sin haber sido censurada.

Otro ejemplo de censura, una práctica que en el caso de Instagram que va desde la merma en visitas hasta la supresión de la publicación, tiene como escenario la promoción de la exposición "Hands Off My Cuntry" en la plataforma online Artsy, organizada por Savannah Spirit e inaugurada en julio en respuesta a la anulación de la ley Roe vs Wade, que había garantizado el derecho constitucional al aborto en Estados Unidos durante los últimos 49 años.

La imagen cuestionada exhibe un autorretrato de la fotógrafa no binaria Felli Maynard con la mano colocada sobre su zona genital y los pezones al descubierto, según describe Emma Shapiro, artista y autora de la nota publicada en The Art Newspaper.

Según Shapiro estos actos no responden a una confusión de la inteligencia artificial sobre la fotografía artística sino que abarcan otros soportes y como antecedente destaca los problemas de la cretense Galería RedD (Grecia) que tuvo sus inconvenientes para promocionar la exposición "KINK", integrada por pinturas, dibujos, piezas textiles y escultóricas, con el tema de la perversión y placer como centro.

"La #censura en Instagram sigue siendo un tema del que hay que hablar. La censura afecta a los cuerpos desnudos, especialmente a los de las mujeres, y a las imágenes que pueden ser percibidas como censurables. Los algoritmos, las llamadas directrices de la comunidad y una empresa conservadora deciden qué imágenes entran en estas categorías y cuáles no. La desnudez, el arte y el sexo no tienen por qué esconderse", escribe la galería en Instagram.

Las redes sociales son el modo de trascender fronteras y dar a conocer la obra, que antes del boom virtual se concentraba en los acotados espacios expositivos. La supuesta apertura desde la plataforma constriñe al mundo del arte cuando censura "temas de representación, identidad, discapacidad, aborto y sexualidad, todos ellos derechos amenazados y debatidos y, por lo tanto, terreno fértil para los artistas", destaca Shapiro.

Con información de Télam