"Última arquitectura" de Florencia Levy, un llamado de atención imperioso al presente

17 de abril, 2023 | 16.35

(Por Marina Sepúlveda) En “Última arquitectura”, la artista visual Florencia Levy inaugura el espacio dedicado al arte contemporáneo de Arthaus en Buenos Aires con las instalaciones “Lugar fósil” y su reciente “Millones de años para estas formas”, donde como un llamado de atención urgente alerta sobre la contaminación provocada por las políticas extractivistas, con la consecuente destrucción del hábitat humano, y a la vez documenta su expedición a la ciudad de Baotou (China), adonde viajó para investigar en 2016 sobre un lago artificial contaminado.

"Micro plásticos, toxinas, radioactividad, es muy posible que existamos en esto que observamos", esgrime el escritor y filósofo Michel Nieva como apertura, posibilidad y contexto sobre la temática de la autodestrucción de lo humano y lo no humano y su hábitat en sintonía con la gran crisis medioambiental declarada a escala mundial. Un texto que pone en palabras el trabajo de Levy (Buenos Aires, 1979), artista formada en la actual Universidad Nacional de las Artes y en el Central Saint Martin´s College of Arts de Londres que explora prácticas interdisciplinarias e indaga en las subjetividades urbanas.

Pero la cuestión ambiental se entrelaza además en un juego contradictorio de representaciones, cristalizadas en los teléfonos celulares, entre materia y virtualidad, entre la naturaleza que puede ser tocada, inhalada, comida, habitada y lo opuesto. Y aquí radica también la memoria que se desgrana desde el trabajo de campo condensado en las entrevistas de Levy como parte de aprehender el mundo.

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"Todos tenemos un pedazo de China en el bolsillo. Son las llamadas tierras raras, minerales con los que se fabrican las pantallas y baterías de nuestros teléfonos celulares y que se extraen en su gran mayoría del complejo minero de Baotou…", escribe Nieva, algo que "pone en entredicho el carácter inmaterial y prístino de las mercancías tecnológicas que movilizan nuestra experiencia cotidiana".

Un texto que otorga palabras a las obras, surgido desde el interés de la artista en el trabajo del escritor, autor del libro "Tecnología y barbarie", al que refiere Levy en diálogo con Télam: "Sentí una cercanía no sólo en cuanto a las temáticas, sino también en relación a una forma de fagocitar lo real, digerirlo y dar lugar a otro tipo de comportamiento y narrativas". Una referencia directa de "esos ocho ensayos donde (Nieva) entrelaza ciencia ficción, historia argentina y ciberpunk, los impactos del capitalismo extractivista y las fronteras entre lo humano y lo no-humano", indica.

El uso de los teléfonos inteligentes, en tanto prolongaciones corporales sin las que la vida parece no tener sentido, es puesto en cuestión. Productos de una economía extractivista y representativos de la carrera tecnológica que va de la mano del posicionamiento geopolítico, su fabricación implica la contaminación y destrucción del hábitat común, en la obtención de las "tierras raras", necesarias para su producción. ¿Los humanos somos fósiles, existe una opción de futuro? "No, porque no somos sólo el indicio de una existencia. Existimos", afirma Levy.

"Lo que sí puedo imaginar es una especie de fósil muy macabro en base a esta existencia humana sobre toda la no-humanidad. No tengo idea qué opción de futuro existe, pero puedo imaginar es que posiblemente no exista ninguno si continuamos con el nivel de consumo y explotación de recursos tal como venimos haciendo, sin importar las consecuencias para el único lugar que tenemos donde podemos desarrollar la vida", sostiene.

Con una fuerte presencia del trabajo documental en su obra desde lo audiovisual habiendo partido de las artes visuales, señala que le interesan "los sistemas de representación" y comenta que la materialidad elegida en sus obras está supeditada "a la información que traen antes de existir como objeto, acción o relación".

"Todo mi trabajo comienza en un vínculo con lo real, en contacto con un grupo de personas, con un territorio específico, con una problemática determinada, que luego se traduce en una materialidad que da cuenta de ese primer contacto", explica. Y acota que sus proyectos comienzan a partir de un proceso de investigación, entrevistas, trabajo en archivo y de campo.

En esta oportunidad comenzó a trabajar en 2021 y contó con la ayuda desde "un compositor que hizo la música para una de las piezas, un ensamble de voces, entrevistas a distintxs científicos" hasta de "un abogado especializado en derecho del mar, y mucho trabajo de taller", afirma.

El título de la exposición, indica la artista, alude "a la arquitectura como proyecto y diseño que construye el hábitat humano, una metáfora de la abstracción de un lugar construido a partir de la respuesta al entorno natural, donde la arquitectura actúa como mediación entre lo humano y lo no humano, y donde representa un sistema, una estructura de poder", explica.

Levy presenta "Tierra de ciervos" (2017), una fotografía acompañada con un código QR que invita a revivir los momentos en que fue detenida por la policía y el servicio nacional de seguridad de la República Popular China, con motivo de su investigación documental en la ciudad de Baotou, en Mongolia Interior. Una investigación surgida al calor de una nota de la BBC de 2015 sobre el lago artificial contaminado cercano a la ciudad, como resultado del extractivismo para la obtención de las preciadas tierras raras.

Considerada como posible espía, en una "zona sensible", la única fotografía que sobrevivió al borrado del material obtenido por Levy es testigo de su viaje a la ciudad, cuyo nombre en mongol es el utilizado para título de la obra, un recuerdo del nomadismo y otros tiempos.

En la muestra que presenta Arthaus también están "Herencia de un gesto" con 10 modelos de celulares enmarcados y huellas de dedos materializados, o el video "Tercer sedimento", y "Deshielo" con restos arquitectónicos de 2023, y las tres proyecciones que configuran la instalación "Lugar fósil", ganadora del Premio Trabucco en 2019 y punto de partida del conjunto: un relato tipo documental basado en testimonios sobre los fenómenos ambientales y económicos, a partir de la década de 1980 en China.

Otra faceta del extractivismo es la que se instala en la sala superior, con especial atención al suelo marino, y como punto de partida se establece en el discurso del embajador maltés Arvid Pardo ante la Asamblea de las Naciones Unidas, en agosto de 1967, que pedía incorporar en agenda la "Declaración y tratado sobre la reserva exclusiva para fines pacíficos del lecho del mar y del fondo del océano", tal su título, a los que suma fragmentos de la Convención sobre el Derecho del Mar de 1982.

Allí se puede observar el montaje de distintas piezas sobre la pared bajo el nombre de "Última arquitectura", con sus acuarelas, dibujos, fotografías, y pequeñas placas de acero con textos grabados, y hacia un costado varias peceras con "nódulos polimetálicos" que dan lugar a la síntesis en su nombre: "Los océanos oscuros fueron el útero de la vida: de su protección, la existencia emergió. Todavía llevamos en nuestros cuerpos, en nuestra sangre, en la amargura salada de nuestras lágrimas, las marcas de este pasado remoto".

Y por último "Cientos de millones de años para estas formas" (2023) con los doce rostros digitales modelados en 3D, ubicados como un coro, en semicírculo, que dialogan: "¿no sabíamos esto antes?, ¿qué tiempo es, qué guerra?, ¿qué son esas imágenes, esta memoria?, se lee en los subtítulos traducidos de una lengua incomprensible.

La memoria es un gran tema para Levy. Le preocupan, como manifiesta, "los procesos y mecanismos que construye la memoria, pero sobre todo, la articulación de esos procesos en el contexto social del acto de recordar, cómo se generan procesos de memoria colectivos, y también, procesos de negación". Porque, como afirma a continuación, "la memoria es reconstrucción, y esta construcción puede ser un acto social que determina acciones en el mundo".

"Pasé de investigar específicamente situaciones de percepción y su relación con la memoria en contextos domésticos, a situaciones que abarcan territorios complejos con problemáticas determinadas, y cuáles son las condiciones en donde percibir, recordar e imaginar tienen lugar", añade.

Tras dos años de trabajo la exposición se presenta ahora en el espacio de exposiciones del Centro de producción contemporánea Arthaus, que forma parte de la reconfiguración del microcentro porteño, al que ya interviene con la lagartija de 120 metros pintada por Tec en calle y vereda, y la alta Mama Luchona de Gabriel Chaile, en el ingreso del edificio.

La muestra se aloja en las dos flamantes salas ubicadas en la planta baja y el primer piso, conectadas por una escalera, en una atmósfera íntima, atenuada y oscurecida donde Levy combina lenguajes visuales, táctiles y sonoros en una suerte de "Última arquitectura" distópica.

Convocada por María Teresa Constantín para pensar un proyecto inaugural de las salas, comenzaron por octubre de 2021 a proyectar la muestra a la que califica como "un proceso de trabajo muy intenso y, a la vez, hermoso" por "la libertad, apoyo y respeto" que tuvo para desarrollarlo.

Fue una elección inaugural no "disociada del proyecto de Arthaus como un espacio interdisciplinar de pensamiento, creación, producción y por supuesto visibilidad para el arte contemporáneo", destaca Constantín en diálogo con Télam.

"En sala (Levy) tiene la capacidad de desglosar una idea en mil vías, recurre a mil soportes, desde los más sofisticados a los más simples, sin perder de vista su eje reflexivo. Investiga en archivos, recurre a la historia oral, a la memoria y, sobre todo puede develar los meandros complejos de ese pensamiento en obra", específica la curadora y a la vez directora de Artahus.

"Última arquitectura" podrá visitarse de manera gratuita hasta el 2 de julio, de martes a domingo de 14 a 22, en Bartolomé Mitre 434, Ciudad de Buenos Aires.

Con información de Télam