El Museo Picasso de París dispuso uno de sus espacios para recrear el departamento del comerciante y mecenas de arte Léonce Rosenberg (1879-1947), un apasionado del cubismo, coleccionista de obras que concibieron especialmente para él artistas como Picabia, Chirico o Ernst.
El recorrido expositivo reúne, en seis secciones, la historia de las once habitaciones del apartamento, acondicionado por Rosenberg para albergar a su esposa y a sus tres hijas, Jacqueline, Lucienne y Madeleine, junto a 45 obras de arte.
Promotor del cubismo y de la pintura abstracta a través de su galería L'Effort moderne, inaugurada en 1918, Léonce Rosenberg coleccionó y expuso durante el período de entreguerras lo mejor de la vanguardia artística, asociando su nombre a los de Pablo Picasso, Georges Braque, Fernand Léger, Juan Gris, Auguste Herbin, Henri Laurens, Jean Metzinger, Francis Picabia.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
En 1929, el apartamento -que diseñó en quince meses en el distrito 16 de París- reunió a una decena de artistas, cuyas obras se inscriben en el contexto de fines de la década de 1920, entre la supervivencia del cubismo, el retorno a una práctica inspirada en la tradición y el surgimiento del surrealismo, informa la pagina web del Museo Picasso.
Convencido de que el cubismo seguía siendo la expresión más moderna del arte de su tiempo después de la guerra, Rosenberg intentó convertirlo en una marca registrada y se implicó en la promoción de artistas de los que se consideraba líder.
La decoración de su comedor atestigua este compromiso, también en el ámbito de las artes aplicadas, y para ello recurrió al pintor Georges Valmier, al escultor húngaro Joseph Csaky y al diseñador René Herbst, quienes crearon un conjunto que se adaptaba al opulento departamento del coleccionista.
Las abstracciones de Auguste Herbin previstas para el salón de fumadores y las armonías coloridas de Albert Gleizes para el dormitorio de Jacqueline forman parte de un estilo que se libera de los cánones del cubismo de antes de la guerra.
En la segunda mitad de la década de 1910, Rosenberg también recibió como préstamo, obras de Picasso, del arte antiguo, lo que se hace evidente en esta exhibición, donde también se destaca el ciclo Gladiadores, creado por Giorgio de Chirico para la sala de recepción, y el de Transparencias de Francis Picabia, diseñado para el dormitorio de Madame Rosenberg.
El conjunto de Giorgio de Chirico, originalmente compuesto por once cuadros, presenta cuerpos desnudos que recuerdan al arte antiguo en escenas no exentas de humor, mientras que las obras de Gino Severini, inicialmente destinadas al dormitorio de Jacqueline, representan ruinas antiguas y personajes de la commedia dell'arte.
En tanto, el ciclo de Transparencias realizado para la habitación de Madame Rosenberg por Francis Picabia, restaurado de forma inédita en la exposición, ilustra esta función envolvente de la decoración y el gusto de la época por el esoterismo.
Léonce Rosenberg es menos conocido que su hermano Paul, brillante marchante de arte y uno de los descubridores de Picasso, Matisse y Braque, que huyó a Estados Unidos en 1940 para escapar de los nazis.
Llevar adelante esta reconstrucción, "fue un poco como armar un rompecabezas", confiesa Giovanni Casini, historiador del arte y curador invitado de la exposición inaugurada este martes, consignó la agencia de noticias AFP.
Fue necesario buscar las piezas de arte, dispersas y vendidas después del colapso de la crisis financiera de 1929, que arruinó a Rosenberg, que tuvo que vender su apartamento y dispersar su colección.
Con información de Télam