Una de las más flamantes propuestas de arte propone adentrarse en la vida y obra de la italiana Artemisia Gentileschi, considerada la primera pintora feminista de la historia, a través de una muestra de realidad virtual titulada La luz en la oscuridad, inaugurada en una histórica mansión isabelina del condado inglés de Lincolnshire.
Retroceda en el tiempo a la Italia del siglo XVII y experimente la fascinante historia de la artista de renombre internacional Artemisia Gentileschi, invitan los organizadores de la exposición que tiene lugar en Burghley House, una casa de campo del siglo XVI donde vivió el asesor de Isabel I de Inglaterra, y donde la muestra permanecerá hasta el 31 de agosto.
Se trata de una colección sin precedentes del trabajo de Artemisia reunida en una sola experiencia virtual, donde cada espectador puede admirar el trabajo en su propio mundo inmersivo, es decir, recreaciones virtuales que permiten así ver todas juntas y en una misma experiencia la totalidad de sus pinturas.
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Una pieza especial que se presenta en la experiencia -en formato físico- es la pintura de Gentileschi Susannah and the Elders, adquirida por el noveno conde de Exeter mientras estaba en Roma: la pintura de 400 años de antigüedad es la obra más antigua conocida de Artemisia y una de las joyas de la colección de Arte Burghley.
En un recorrido narrado por el músico y autor Cerys Matthews, la muestra La luz en la oscuridad se experimenta a través de auriculares de realidad virtual y explora la fascinante historia de una de las artistas del Barroco más célebres de la actualidad.
La experiencia -de catorce minutos- sigue el viaje de Artemisia mientras navega por un mundo donde las mujeres prácticamente no tienen derechos para convertirse en una de las pintoras más exitosas y solicitadas de Europa. Se la ve pintando, interactuando con otros personajes y las obras también.
En una época en la que las mujeres artistas no eran fácilmente aceptadas, Artemisia (1593-1654) tuvo una carrera de pintora de más de 40 años, en los que ganó fama y admiración en toda Europa, contando entre sus mecenas a los principales gobernantes.
Además, esta destacada pintora nacida en la ciudad de Roma, cuya obra se enmarca en el período barroco italiano, fue la primera mujer que se hizo miembro de la academia de artistas de Florencia.
Hija única del pintor Orazio Gentileschi, Artemisia comenzó su formación artística con su padre en 1608 y su primera pintura fechada es de 1610. Al año siguiente tuvo lugar un acontecimiento que cambió el curso de su vida: fue violada por el pintor Agostino Tassi, un colaborador de su padre.
Siguió a ello un infame juicio de siete meses -cada palabra de este caso sobrevive en una detallada transcripción judicial- y Tassi fue condenado a elegir entre un castigo de cinco años de trabajos forzados o el destierro de Roma. Si bien el victimario optó por esto último, la sentencia nunca se aplicó.
Artemisia se casó rápidamente con el pintor Pierantonio di Vincenzo Stiattesi y dejó Roma para ir a vivir a Florencia con él. Entre 1612 y 1613 Artemisia pinta el icónico cuadro "Judith decapitando a Holofernes", una representación de la determinación femenina sobre la fuerza bruta, donde la autora no ahorra nada de sangre, que corre por las sábanas blancas mientras el general asirio Holofernes se retuerce bajo el peso de la sirvienta de Judith. La sangre salpica las ropas de Judith mientras ella agarra la espada con una mano y le tira del pelo con la otra, una mirada de determinación en su rostro. La violencia visceral de esta pintura ha sido frecuentemente interpretada como una venganza de Artemisia en la pintura, traduciendo en el lienzo su propia experiencia de ataque físico. Por ese empoderamiento, en el que imagina su propia venganza, Gentileschi es considerada la primera artista feminista de la historia.
Muchos de los cuadros de Artemisia han sido leídos en el pasado como autobiográficos y no hay duda de que su identidad personal está estrechamente entrelazada con su producción artística. Esto es especialmente cierto en las pinturas que realizó en Florencia -a donde llegó luego de ser violada-, en las que utilizó repetidamente su propia imagen.
Con información de Télam