Abal Medina: "Sentí la obligación de rescatar el enorme legado de Perón para el futuro argentino"

21 de marzo, 2023 | 19.33

Juan Manuel y Fernando Abal Medina tenían dos años de diferencia y cuatro hermanos más pero ambos compartían habitación e intereses por la política y la literatura que los llevaron, por ejemplo, a conocer a Leopoldo Marechal por intermedio de Arturo Jauretche, un vínculo que será central para el momento en el que asuman su identidad peronista, según se narra en el inicio del libro que escribió quien fue secretario general de ese movimiento y hoy retoma en sus memorias "como obligación ante Perón y ante Fernando".

Sobre algunas decisiones que tomó antes y al escribir "Conocer a Perón. Destierro y regreso", que cuenta con la colaboración en la investigación del historiador Juan Pablo Kryskowski, también habla Abal Medina en esta nota con Télam.

-T: Dice que escribió este libro por una demanda de sus hijos pero, ¿hubo algún momento en estas décadas en el que sintió la necesidad o el impulso de escribir esta historia?

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-J.M.A.M.: La realidad es que siempre pensé que tenía que contarla pero a los compañeros y demás, no como libro. Lo comencé cuando se me vinieron los años encima y la salud para abajo. Entonces dije 'si no lo escribo, no va a quedar', sobre todo cuando empezó a imponerse una versión del General absolutamente equivocada e injusta a mi juicio. Cuando se lo caracterizó como un manejador amoral de los hombres, que usaba a unos y a otros. Eso no existió pero se fue transformando en una característica más acentuada. Hecho a la conveniencia de quien lo describiera, un poco para justificar o engarzar actuaciones políticas posteriores. Ahí me sentí en la obligación de rescatar, frente al General en una parte y a Fernando en otra, al verdadero Perón. No fue mérito mío, tuvo que ver con Dios, pero tuve el privilegio de vivir con él de una manera que muy pocos tuvieron. Entonces me sentía en la obligación de que no quedara una imagen del General tan negativa y rescatar su enorme legado para el futuro argentino. Eso sí espero que tenga influencia sobre el presente.

-T: Hay un momento en el que dice que le cuesta seguir escribiendo y es cuando narra la muerte de Rucci. ¿Ese fue un momento difícil durante la escritura?

-J.M.A.M.: Ese fue muy muy difícil y fue muy difícil también escribir la primera conversación con el General, cuando me pregunta por mi hermano Fernando, volver a contar mi último contacto con él.

-T: Justamente compartió con Fernando una lectura apasionada de Marechal, y la centralidad del escritor lo lleva a definirse ante Perón como peronista marechaliano. Pero también a su hermano que se definía de esa forma. ¿Qué implica esa definición y cómo le interesa pensarla?

-J.M.A.M.: Lo decíamos por un texto que todavía no se había incorporado a sus publicaciones y fue incorporado luego de la muerte de Leopoldo a "Cuadernos de navegación". Me refiero a "El poeta depuesto", que había circulado suelto y fue incorporado después del 2000 por una edición que hacen las hijas. En ese texto reivindica sus orígenes en el nacionalismo. y dice cosas muy bellas como que, cuando tenemos esa formación, conocemos al pueblo, nos hacemos peronistas, porque empezamos a conocer lo que empezamos a amar. Esto Marechal lo desarrolla de una forma extraordinaria en otro texto, que también se incorpora después, que es "La autopsia de Creso", el sentido antiliberal del peronismo. Ahí recupera lo que pasaba en esa Argentina y también en la historia argentina que está dividida por dos líneas históricas: la nacional y la liberal que nunca quiso a la Argentina como era, siempre quiso transformarla en otra cosa. Asumir esto es ser peronista marechaliano.

-T: ¿Cómo fue la elección de Hernán Brienza y Elena Castiñeira de Dios para los prólogos?

-T: Él es un joven de altas condiciones, ha escrito cosas muy interesantes sobre Marechal y pensé que era el que mejor iba a captar la esencia de todo aquello. A Elena en realidad la he tratado muy poco, traté mucho a su padre (José María Castiñeira de Dios). El prologuista iba a ser Manuel Urriza, el compañero de Elena, que enfermó gravemente, él fue amigo del General también, lo trató en Madrid más o menos en las mismas fechas, por eso me pareció que era adecuado para eso, no pudiendo ser el, le pedí a Elena y fue tan gentil de hacer esas líneas.

Y la contratapa la escribió Marcelo Larraquy porque tengo mucho respeto por cómo ha historiado las cosas que cuento. Tanto Brienza como Larraquy son profesionalmente muy destacados.

-T: Está muy presente en Perón su sorpresa y enojo por el nulo rechazo a los atentados al pueblo peronista de parte del radicalismo.

-J.M.A.M.: Sí, no haber encontrado la manera de que hubiera algún tipo de pedido de disculpas, había una cierta decepción porque los atentados contra el pueblo peronista fueron muy graves. Algunos radicales a título personal lo habían hecho como Facundo Suárez. Pero no hubo un pedido de disculpas y lo sucedido había sido demasiando grave, como bombardear una plaza abierta, un hecho único en la historia del mundo, el hecho terrorista más grave de la historia argentina y sobre eso nunca se pidió un mínimo perdón. Ni qué hablar de la conducta de las Fuerzas Armadas, los participantes de esos hechos fueron reincorporados al servicio activo y allí siguieron. Una cosa absolutamente inconcebible.

Con información de Télam