El calentamiento global por la acción humana es un hecho sobre el que existe un sólido consenso científico. Y, bajo esta premisa, la energía provista por fuentes no renovables constituye el principal factor para que eso suceda. Según un informe de Naciones Unidas (ONU), representa alrededor del 60 por ciento de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. En ese contexto, el sol, el viento y las energías limpias, son clave para salvar el planeta. ¿Por qué? Porque se regeneran naturalmente y, por lo tanto, son inagotables. ¿Cómo acelerar, entonces, el cambio hacia un modelo energético descarbonizado? La empresa Goodenergy pisa fuerte en ese camino.
”Buscamos reemplazar gradualmente la energía convencional por la solar, ofreciendo soluciones en base a fuentes renovables, buscando el triple beneficio de ahorrar dinero, tener independencia de la red de servicios y aportar un granito de arena al cuidado del ambiente”, cuenta a la Agencia de noticias científicas de la UNQ Pablo De Benedictis, director de Goodenergy.
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Desde la ciudad de La Plata, la firma nació como un proyecto enfocado en promover la generación de energía renovable en el mercado argentino y contribuir a cambiar la cultura de eficiencia y abastecimiento energético. “Nuestro objetivo es fomentar y ser protagonista de una transformación energética, ayudando a concientizar a la población sobre la importancia de la ecología y reduciendo la contaminación ambiental”, dice De Benedictis.
Del garaje de la abuela a todo el mundo
Cuando hace 12 años De Benedictis y su socio Julián Bartoli comenzaron con el proyecto en el garaje de su abuela, tenían un propósito: ofrecer energía más limpia que genere un ahorro en los consumidores. Entre los dos supieron encarar la empresa y hacerla realidad. ¿Cómo? Ofreciendo termotanques, paneles solares y climatizadores de piletas que funcionan de manera independiente de la red energética tradicional, permiten ahorrar dinero y, sobre todo, cuidar el ambiente.
En este sentido, constituyen una alternativa a las energías no renovables, que son los combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, que se agotan con el tiempo y generan emisiones contaminantes que contribuyen al cambio climático.
Su labor emprendedora incluye, asimismo, distintos artículos que utilizan la energía solar como fuente: desde termotanques que proveen agua caliente para uso sanitario, pasando por paneles solares con las mismas prestaciones que un grupo electrógeno convencional, climatización de piletas, hasta accesorios, como losas radiantes y luminarias led, entre otros. “Todos nuestros servicios se ofrecen llave en mano, de forma directa o por medio de nuestros 90 representantes distribuidos en todo el país”, comenta.
Con todo, esta pyme 100 por ciento argentina no para de crecer: abrió una filial en Uruguay, cuenta con un equipo de 20 personas de forma directa y 90 distribuidores que le permiten generar un ahorro de más de 50 mil toneladas de co2 al ambiente.
Con información de la Agencia de Noticias Científicas