Jair Bolsonaro quedó en total ridículo de cara a las elecciones presidenciales en Brasil - que se celebran el próximo 2 de octubre- tras olvidarse de renovar el dominio de su web oficial. El mandatario terminó perjudicado, ya que la página quedó en manos de la oposición, que aprovechó la jugada en Internet para exponer y denunciar los mensajes de odio del mandatario de ultra derecha.
Quienes entraron a la página web de Bolsonaro se encontraron con un dibujo del mandatario como Adolf Hitler, genocida alemán responsable de una de las más sangrientas matanzas en la historia política mundial, con el título "Ameaça ao Brasil" (en español, Amenaza en Brasil). A la vez, la web incluye una serie de publicaciones que critican y denuncian el sistema y las políticas de odio que profesa la actual gestión.
La estrategia de la oposición, cuya figura de liderazgo más fuerte recae en Luiz Inácio Lula da Silva, incluye un perfil de la figura de Bolsonaro con el fin de alertar y exponer. "Bolsonaro nunca ha ocultado que es autoritario. En sus tres décadas como político siempre ha apoyado la violencia, la estupidez y la ruptura del orden democrático", reza la web más abajo, antes de dar paso a una serie de artículos sobre el mandatario. Por último, la web recoge tres titulares con repudiables declaraciones de Bolsonaro, como cuando aseveró que el gran error de la dictadura (1964-1985) fue torturar y no matar, o cuando admitió que evade impuestos.
Lula y Bolsonaro se tiraron con todo desde el primer minuto del debate presidencial en Brasil
Como se esperaba, Bolsonaro empezó con los tapones de punta contra Lula. "Su Gobierno fue el más corrupto de la historia del país", sentenció sin recordar que la corte suprema anuló todos los procesos por presunta corrupción contra el ex presidente y acusó de falta de imparcialidad a su ex ministro de Justicia y el juez que primero condenó a Lula.
La acusación desató de inmediato el enojo del ex mandatario, que la calificó como "una mentira": "Mi Gobierno estuvo marcado por la política más grande de ascenso social". Uno a uno, Lula recordó las cifras y logros más importantes de su dos mandatos y luego destacó lo que por ahora ha sido un eje de su discurso: "Mi Gobierno fue el que más hizo por la inversión en educación. Ocho millones y medio de personas fueron a la universidad". También recordó el crecimiento económico y que "Brasil nunca había sido tan respetado en el mundo" como cuando él gobernó.
Bolsonaro, por su parte, también enumeró lo que consideró fueron los logros de su Gobierno. Dijo que "la inflación es una de las menores del mundo", luego de varios meses de deflación, lamentó "las muertes de la pandemia" pero sostuvo que trabajó para "que no se perdieran los empleos" y sostuvo que "atendió a los más necesitados", pese a los números crecientes de pobreza.
El presidente negó la existencia de 33 millones de personas con hambre y manipuló datos para indicar que el plan social actual es mayor que el que pagaban los Gobiernos del PT. Una y otra vez, volvió al tema de la corrupción. "¿Cómo conseguimos recursos? No robando", aseguró el mandatario, sin entrar en una discusión sobre su política económica, privatizaciones y creciente déficit.
Además, el mandatario rechazó en varias ocasiones los reclamos de igualdad de género. "Nuestro Gobierno defiende la familia contra el aborto, contra la liberación de las drogas. Defendemos la propiedad privada. Somos un Gobierno que no divide. somos un solo país, una sola patria", aseguró.