A solo 105 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, existe un rincón que combina naturaleza, tranquilidad y un encanto propio del interior de Argentina. Este destino cercano es ideal para quienes buscan una pausa en medio de la rutina, ofreciendo paisajes costeros y un entorno campestre único.
Fundada en 1885 y conocida como Lima, esta localidad es uno de los secretos mejor guardados de la provincia. Situada a orillas del río Paraná, es un paraíso para quienes disfrutan de la pesca, las actividades náuticas y el aire libre. Las áreas de camping y sus playas naturales atraen tanto a familias como a aventureros que buscan desconectarse en contacto directo con la naturaleza.
Otro atractivo de Lima es su historia y arquitectura, entre la que destaca la Parroquia Nuestra Señora de Luján, un templo que representa el corazón de la comunidad y es escenario de la tradicional fiesta patronal. Además, las estancias cercanas invitan a conocer la vida rural a través de visitas guiadas, paseos a caballo y degustación de platos típicos.
Con su ambiente acogedor y la hospitalidad de sus habitantes, Lima brinda una experiencia auténtica, donde es posible disfrutar de productos artesanales en pequeños comercios locales. Así, se convierte en el destino perfecto para una escapada de fin de semana, donde el tiempo parece detenerse en un equilibrio entre historia y naturaleza.
Cómo llegar a Lima
Lima se encuentra en el norte de la Provincia de Buenos Aires, a menos de dos horas de CABA. Es de fácil acceso tomando la Ruta Nacional N° 9 (Panamericana) hasta la localidad de Zárate y continuando por caminos rurales que llevan directamente a este paraíso natural.
Las cinco playas del sur de Argentina que no te podés perder
1. Las Grutas
Ubicada en la provincia de Río Negro, Las Grutas es uno de los destinos más populares de la Patagonia. Lo que comenzó como un balneario veraniego de San Antonio Oeste, se ha consolidado como un pueblo playero ideal para vacacionar. Las aguas aquí son más cálidas en comparación con otras playas del Atlántico, lo que la convierte en un lugar perfecto para disfrutar con niños. Las olas son suaves y la arena es ideal para jugar.
Las Grutas recibe su nombre debido a las formaciones naturales en los acantilados, donde las "grutas" ofrecen un paisaje único. Además, el área cuenta con piscinas naturales que se llenan con el agua del mar cuando sube la marea, lo que brinda una experiencia especial para los turistas.
2. Playas Doradas
A pocos kilómetros de Sierra Grande, también en Río Negro, se encuentra Playas Doradas. Este tranquilo pueblo costero es conocido por sus grandes extensiones de arena dorada que le dan su nombre. Es ideal para caminatas relajantes y aquellos que busquen playas menos concurridas.
Si viajas en auto, podés aventurarte hacia el sur por una ruta que te llevará a varias playas salvajes, como La Isla, La Bonita y Punta Colorada. Este último lugar destaca por su muelle de un kilómetro de longitud, desde donde se procesan minerales.
Playas Doradas.
3. Puerto Madryn
Puerto Madryn es una ciudad vibrante ubicada en la costa del Golfo Nuevo. Aunque sus aguas son conocidas por ser frías y, en algunos sectores, repletas de algas, sigue siendo uno de los destinos más atractivos del sur argentino. Durante el invierno, la ciudad se convierte en un punto de observación de ballenas, mientras que en verano sus playas se llenan de turistas.
La playa Mimosa es la más céntrica y popular, ideal para pasear y disfrutar de unos mates frente al mar. Madryn ofrece actividades durante todo el año, lo que la convierte en un destino versátil y encantador.
Puerto Madryn.
4. Puerto Pirámides
Puerto Pirámides, dentro de la Península Valdés, es un pequeño pueblo conocido por ser el punto de partida para las excursiones de avistamiento de ballenas. La playa local es pequeña pero hermosa, con aguas tranquilas y frías. Aunque la bahía es un atractivo en sí, la verdadera magia de Puerto Pirámides radica en su biodiversidad, con varias especies autóctonas protegidas.
Puerto Pirámides.
5. El Doradillo
Si querés ver ballenas desde la costa, El Doradillo es el lugar ideal. Ubicada al norte de Puerto Madryn, esta playa protegida es perfecta para quienes buscan un entorno natural y alejado del bullicio. En verano es un lugar tranquilo para pasar el día, pero en invierno se convierte en un espectáculo natural con las ballenas nadando cerca de la orilla.
Estas playas de la Patagonia ofrecen mucho más que solo sol y arena. Cada una tiene su propio encanto, ya sea por su biodiversidad, tranquilidad o paisajes únicos. Sin duda, son destinos que vale la pena visitar.