Según los especialistas en tecnología, existen ciertos objetos en nuestros hogares que pueden convertirse en los enemigos número uno de una buena conexión WiFi. Estos objetos pueden interferir con la señal y causar que nuestra imagen en videollamadas se congele o que perdamos detalles importantes en nuestras series favoritas.
Uno de los consejos más comunes para mejorar la conexión WiFi es ubicar el router en una posición adecuada, a una altura recomendada entre 1 y 1.6 metros. Además, es importante mantenerlo alejado de paredes gruesas y objetos metálicos que puedan interferir con la señal. Sin embargo, esto no es lo único que debemos tener en cuenta.
Pero, ¿qué son las fuentes de interferencia o barreras inalámbricas de las que se habla? Según explicaron expertos, se trata de objetos cotidianos en nuestras casas que pueden ser los culpables de nuestras fallas de señal. Dispositivos como microondas, teléfonos inalámbricos y otros electrodomésticos pueden interferir con la señal WiFi, por lo que es recomendable mantener el router alejado de ellos.
Además, objetos como espejos y superficies metálicas pueden hacer que la señal rebote al acercarse a este tipo de materiales. Incluso algunos electrodomésticos como la heladera, el lavarropas o los radiadores pueden retener energía de las ondas inalámbricas, afectando la calidad de la conexión.
Otros objetos que pueden interferir con la señal WiFi son los monitores de bebés, los parlantes y ciertas pantallas, así como las luces de Navidad, que generan pequeños campos electromagnéticos.
Para solucionar problemas de conectividad y mejorar el rendimiento de la red, también podés considerar reiniciar el router una vez a la semana para mantener la conexión en óptimas condiciones. Además, es importante cambiar la contraseña del WiFi regularmente para evitar que personas no autorizadas consuman tu ancho de banda.
Estos son los electrodomésticos que tenés que desenchufar para ahorrar en la factura de luz
De acuerdo con los especialistas, existen varios electrodomésticos que son reconocidos por su alto consumo de energía eléctrica en los hogares. Una simple acción como desenchufarlos permite ahorrar en medio de la suba de tarifas de luz y además cuidar el ambiente.
Uno de los artefactos destacados en el listado es el aire acondicionado. Ya sea en modo frío o calor, es uno de los principales consumidores de electricidad en un hogar, especialmente si se utiliza de manera prolongada para climatizar el ambiente.
También rankean alto las estufas de cuarzo, muy comunes durante los meses de invierno, que representan un alto consumo energético debido a su uso constante para calentar el espacio. Lo mismo ocurre con el horno eléctrico, los secadores de ropa y las heladeras: todos generan un gasto considerable en la factura de luz debido a su función o tamaño
En cuanto al horno eléctrico, cada vez más presente en los hogares, puede consumir una gran cantidad de energía debido a la intensidad requerida para cocinar o calentar alimentos. Del mismo modo, los secadores de ropa, especialmente aquellos que no son de condensación, pueden gastar una cantidad considerable de electricidad debido a la potencia que generan al ser utilizados.
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Luis Juanicó, investigador del CONICET, brindó algunos consejos para elegir opciones más eficientes en el uso de electrodomésticos. Por ejemplo, recomendó evitar el calentamiento de agua a través de una resistencia eléctrica, ya que esto genera un alto consumo. En su lugar, sugirió calentar agua en una pava común en las hornallas de la cocina. Además, señaló que utilizar un calefón a gas en lugar de un termotanque eléctrico puede ser una mejor opción y aconsejó utilizar una regadera más grande para reducir el consumo de agua durante la ducha.
En cuanto a la calefacción, Juanicó indicó que es preferible utilizar el aire acondicionado en lugar de las estufas eléctricas, ya que el primero tiene una eficiencia mucho mayor. En el caso de la cocina, recomendó utilizar una cocina a gas en lugar de una eléctrica. Mientras que para el lavado de ropa, sugirió utilizar programas de lavado en frío, ya que aquellos que utilizan agua caliente pueden generar un consumo significativo de agua y energía. También aconsejó realizar un único lavado grande por semana y dejar las prendas en remojo.
En relación a las heladeras, Juanicó destacó su importancia en el consumo eléctrico de un hogar y recomendó adquirir modelos de bajo consumo, especialmente si se está pensando en reemplazar una heladera antigua. Por su parte, en el caso de la plancha, si bien su consumo no es excesivo, recomendó realizar un único planchado para evitar utilizar el artefacto en varias oportunidades.
Por último, el investigador hizo hincapié en la importancia de observar la etiqueta de eficiencia energética de los electrodomésticos, ya que indica el consumo que estos generan. Además, sugirió trabajar en el aislamiento de los ambientes para evitar que el calor se escape y aprovechar el calor natural del sol durante el día.