Los ronquidos suelen ser un problema tanto para quien los sufre como para quienes comparten su entorno al dormir. Sin embargo, existe una solución efectiva: modificar ciertos hábitos alimenticios puede ayudar a reducirlos e incluso eliminarlos por completo.
Este sonido, causado por la obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño, no solo genera molestias a quienes rodean al afectado, sino que también repercute en la calidad del descanso de quien los produce. Por ello, especialistas identificaron algunos factores clave que contribuyen a los ronquidos, como el sobrepeso y la congestión nasal.
En este contexto, se destacó la importancia de una dieta equilibrada para combatirlos. Consumir ciertos alimentos puede no solo reducir la inflamación, sino también fortalecer el sistema respiratorio, mejorando así el sueño.
Entre los alimentos recomendados, las frutas y verduras ocupan un lugar fundamental. Incorporarlas a la dieta ayuda a disminuir la inflamación de las vías respiratorias, facilitando una respiración más fluida durante el sueño. Asimismo, el consumo de frutos secos y semillas potencia este efecto gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
El pescado, particularmente rico en omega-3 como el salmón y la caballa, también es altamente beneficioso. Estos alimentos favorecen un descanso reparador y ayudan a reducir la frecuencia de los ronquidos. Además, combinar el pescado con especias como el jengibre, la cúrcuma y el ajo puede potenciar su efecto positivo en el organismo.
Por último, el té verde se posicionó como un aliado indispensable. Su capacidad para relajar los músculos y reducir la inflamación lo convierte en una opción ideal para quienes desean mejorar su calidad de sueño y reducir los ronquidos. Puede tomarse tanto durante el día como antes de dormir para aprovechar sus beneficios.
Adoptar estos cambios en la alimentación no solo puede contribuir a eliminar los ronquidos, sino que también mejora la calidad del descanso y, en general, la salud. Así, se convierte en un paso sencillo pero poderoso hacia noches más tranquilas y reparadoras.
Por qué dormir en el piso hace bien, según la psicología
Un reciente artículo de The New York Times puso sobre la mesa una práctica sencilla pero intrigante: recostarse en el suelo. Aunque la ciencia aún no cuenta con una amplia base de estudios que respalde los beneficios de esta actividad, diversos psicólogos aseguran que puede tener efectos positivos tanto para el cuerpo como para la mente.
Ellen Hendriksen, psicóloga clínica en Boston, explicó que acostarse boca arriba genera una postura abierta y relajada que, a menudo, resulta calmante. “Tu cuerpo y tu estado de ánimo buscan sincronizarse. Por eso es difícil estar optimista y esperanzado si estás desplomado en una silla, con la cabeza baja”, señaló.
Alan Fogel, profesor emérito de psicología de la Universidad de Utah y autor del libro Restorative Embodiment and Resilience, agregó que nuestra sociedad no está diseñada para propiciar momentos de restauración. “En el día a día, no tenemos muchos espacios para detenernos. En lugares familiares como la cama, la mente suele seguir activa, repasando el pasado o planificando el futuro. Sin embargo, al tumbarte sobre una superficie firme, como el suelo, puedes enfocarte en las sensaciones del cuerpo y desconectarte de esos pensamientos”.
Además, Fogel recomienda dejar que el cuerpo se acomode completamente al suelo y soltar cualquier tensión muscular. “Es un ejercicio de entrega: al hacerlo, se facilita una descompresión física y mental que permite simplemente estar”, sugirió.
En varias culturas, esta práctica se vincula con actividades meditativas, como la postura savasana en yoga, que promueve la relajación gradual del cuerpo, o las meditaciones zen, que suelen realizarse en contacto con el suelo.