Este viernes 7 de junio comenzó con un sorpresivo paro de colectivos que afecta a los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La medida de fuerza comenzó a la medianoche y podría extenderse por 24 horas.
El paro solo afecta a de la empresa ERSA (ERSA Urbano y MOSSA), que posee a siete líneas de colectivos en el AMBA. En los hechos, se trata de una retención de tareas por los sueldos adeudados, correspondientes al mes de marzo, con la última paritaria vigente homologada.
La medida de fuerza fue adelantada el último jueves por los trabajadores afectados. Pues en el caso de encontrar los sueldos depositados, los colectivos iban a funcionar con normalidad.
Las líneas afectadas en el paro de colectivos son: 19, 133, 140, 153, 184, 253 y 321. No solo afectan a lo que es Ciudad de Buenos Aires, sino que también a la provincia de Buenos Aires, sobre todo a los usuarios de la zona norte y oeste del conurbano.
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En cuanto a la normalización del servicio, los trabajadores indicaron que retomarán tareas automáticamente cuando les depositen el sueldo adeudado.
La medida de fuerza se extendió a la línea interprovincial 904, también propiedad de Ersa. Este servicio de colectivos une la ciudad de Corrientes con Resistencia (Chaco):
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Líneas de colectivos de paro
- 19: Boulogne - Plaza Miserere
- 133: Barracas - Puente Saavedra
- 140: Estación Boulogne - Correo Central
- 153: Libertad (Partido de Merlo) - Liniers
- 184: Boulogne - Chacarita
- 253: (Partido de Merlo) - Liniers
- 321: Castelar - Ituzaingo
Por la quita de subsidios, el boleto de colectivo aumentó un 327% en solo cinco meses
Luego de la caída de la primera Ley Bases, el gobierno de Javier Milei inició su venganza fiscal contra los gobernadores con la eliminación de los subsidios al transporte para el interior del país, forzándolos a modificar el esquema de costos a través de fuertes aumentos del boleto para compensar los fondos quitados, lo que significó un golpe significativo para el bolsillo de los usuarios.
La eliminación del Fondo Compensador del Transporte para el interior -y no para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)- descolocó a las provincias y Santa Fe no fue la excepción: cuando el intendente Juan Pablo Poletti asumió en diciembre del año pasado, la tarifa del sistema de transporte público de pasajeros por colectivos en la ciudad costaba 220 pesos. Casi dos meses después, el municipio capitalino autorizó el primer incremento a través del decreto N°00017/2024, y llevó el boleto a $380.
La crisis en el sector no cesó, ya que hubo múltiples paros de choferes por las deficientes gestiones políticas de la Secretaría de Transporte de la Nación. De esta manera, el 4 de marzo llegó el segundo aumento de la gestión Poletti, por vía del decreto 00023/2024. El boleto subió un 84,2% más y la tarifa llegó a los $700.
Por si no era suficiente, llegó el último acto administrativo a través del decreto N° 00050/2024 establecido el 30 de mayo, que representa la tercera modificación desde el comienzo de la administración de Maximiliano Pullaro: el Ejecutivo autorizó una suba de la tarifa frecuente de 700 pesos a 940 pesos (34% de incremento).
Aquellos $220 que costaba un pasaje de colectivo a fines de enero quedaron muy lejanos. En tan sólo cinco meses, de febrero a junio, la tarifa tuvo una suba del 327,27%, y el impacto en el poder adquisitivo de los trabajadores fue brutal. Para comprender mejor, una persona que debe tomarse cuatro colectivos por día para ir a trabajar, deberá gastar $3.760. Ese monto equivale a 90 mil pesos por mes.