Muchos amantes del café eligen todavía prepararlo en las clásicas cafeteras italianas, que a pesar de que existan nuevos electrodomésticos siguen más vigentes que nunca por la facilidad para usarla y el gusto único que se consigue con ellas. Sin embargo, los expertos señalan que hay un error habitual que se comete cuando se prepara café con las cafeteras italianas que puede arruinar su sabor. Qué es lo que no hay que hacer.
Qué es lo que no hay que hacer con las cafeteras italianas
El error más común al preparar café con una cafetera italiana es prensar el café una vez que está en el depósito, algo que puede arruinar su sabor ya que el exceso de presión podría llevar a conseguir un café mucho más amargo del que buscás. Otro de los errores es dejar la tapa cerrada durante el proceso, los baristas profesionales aseguran que es muy importante mantenerla abierta mientras se hace.
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También es fundamental tener especial cuidado con la limpieza: la opción más habitual es emplear jabón para eliminar los restos que queden en ella, pero podrían quedar residuos y afectar el sabor del café, por eso se recomienda limpiarla con una mezcla elaborada de vinagre y agua, la clave está en poner la misma parte de ambos ingredientes.
Cómo funciona la cafetera italiana
Una cafetera italiana está compuesta por tres partes:
- Base o depósito de agua: se introduce el agua fría que se calentará durante el proceso. Además, tiene una válvula de seguridad que funciona liberando el vapor para reducir la presión. Si no existiese esta válvula, las cafeteras terminarían explotando.
- Embudo con filtro: en esta parte de la cafetera se llena café molido, es más fino que el usado para una cafetera de goteo, pero más grueso que el usado para un espresso.
- Parte superior o colector de café: allí es donde se recoge el café una vez preparado.
Cómo preparar café en la cafetera italiana: qué tipo se usa
Además de no realizar ninguno de los errores habituales, el paso a paso para preparar un rico café en la cafetera italiana es:
- Contar con un buen café molido y agua: el agua siempre es preferible blanda, si el agua de la canilla es demasiado dura en tu localidad es mejor agua usar embotellada.
- Llenar el depósito con agua: lo mejor es si está ya caliente, nunca eches el agua fría de la heladera.
- Llenar el depósito para el café: podés ayudarte con una cucharilla para extenderlo bien y para retirar el sobrante. Recordá no presionar en exceso el café.
- Ponerlo sobre el fuego más pequeño de la cocina y dejarlo con la tapa levantada.
- Cuando el café haya terminado de salir, retirarlo, cerrar la tapa y servir como más te guste: solo, con leche, azúcar, leche condensada.