El productor de la última película de Roman Polanski, "The Palace", lamentó que nadie quiera los derechos de distribución de la película en Estados Unidos, Reino Unido y Francia, alegando que la moral no debe pesar sobre el arte.
Polanski, uno de los directores más exitosos de su generación, huyó de Estados Unidos por una condena por violar a una niña de 13 años en 1977, delito que admitió.
Después de que el movimiento #MeToo cobrara fuerza mundial en 2017 tras las acusaciones de abusos sexuales contra el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein, varias mujeres denunciaron que Polanski también las había agredido sexualmente cuando eran adolescentes.
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Polanski, con doble nacionalidad francesa y polaca, negó las acusaciones, que nunca llegaron a juicio, pero desde entonces le ha resultado difícil conseguir acuerdos de distribución mundial para sus películas, aunque los actores siguen haciendo cola para trabajar con él.
"The Palace", una comedia ambientada en un hotel suizo poblado por un elenco de personajes grotescos, está protagonizada por Mickey Rourke, John Cleese, Oliver Masucci, Fanny Ardant y Joaquim De Almeida.
El productor Luca Barbareschi declaró que vendió los derechos de distribución en toda Europa continental, pero no en Francia, Reino Unido ni Estados Unidos, pese a que en la película aparecen actores conocidos de los tres países.
Barbareschi dijo que el anterior filme de Polanski "Un oficial y un espía", que se estrenó en el Festival de Cine de Venecia en 2019 con gran éxito de crítica, tampoco se exhibió en los cines de Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Nueva Zelanda.
"Y nos preguntamos por qué hay guerras. El mundo anglosajón tiene que respetar a los artistas como lo hace el resto del mundo", dijo, añadiendo que "no hay un juicio moral sobre el arte".
(Escrito por Crispian Balmer; editado en español por Carlos Serrano)