Nicolás Cabré es uno de los actores más reconocidos de la televisión y el teatro actual, por trabajos como Son Amores y Botineras en TV y El Gran Regreso y Sugar, en teatro. A pesar de sus más de tres décadas como actor, el artista reveló el sufrimiento que la exposición muchas veces significa para él y relató algunos los momentos más desesperantes que le ha tocado vivir.
El padre de la hija mayor de María Eugenia "La China" Suárez habló con Tatiana Schapiro en Infobae y dio a conocer que le costaban muchos las lecciones orales cuando iba a la escuela. "Con esas cosas siempre fallo, me da mucha vergüenza todo. Yo me muero con esas cosas", detalló Cabré.
La periodista buscó profundizar en ese aspecto de la personalidad del actor y le preguntó cómo hacía para estar expuesto ante cientos de personas en el teatro. "Me cuesta mucho. Agradezco el hecho de no tener que haber hecho mucho casting porque era un problemón pararme y tener que hablar y hacer. Es terrible. Me sigue pasando".
"A veces me dicen: '¿Me grabás un video?'. Es lo peor. Te pido por favor. No sé qué decir, me trabo, me empiezan a transpirar las manos. Me cuesta mucho. Cuando hacemos las promociones de la obra, que me piden hagamos un video para Instagram, me muero", añadió el actor.
"Me gana el hecho de que tiene que hacerse bien la obra. Me olvido porque la obra tiene que salir bien. Ahí es cuando ya no me importa nada. Nada va a justificar si sale mal algo. No tengo lugar para permitirme estar nervioso o con vergüenza", cerró Cabré, en alusión a cómo hace para sobrellevar su problema en escena.
Nicolás Cabré opinó sobre las redes sociales
El actor siempre se mostró reacio a exponer su vida privada ante la gente pero desde hace algunos meses comparte parte de su vida en sus redes sociales y asegura que le debe ese cambio a su hija Rufina. "Yo tenía un concepto: hay cosas que no me gustan y hay cosas que no comparto, pero sí aprendí que también en el otro, en este caso en Rufi, genera muchas cosas. Empecé a recoger muchas cosas que la gente se ve que tenía ganas de decirme, lo empecé a entender desde otro lado y empecé a valorar el hecho de sentirme querido", reflexionó.
Al mismo tiempo, Cabré señaló que trata "de priorizar todo el tiempo: el tiempo bien invertido. Por eso me vuelco más para el lado del teatro porque trato de no salir y no correrme del foco de estar donde quiero estar, donde yo sé que necesito y lo que es primordial para mí".