Moria Casán se emocionó en Showmatch por la performance de dos participantes del reality show conducido por Marcelo Tinelli. La conductora de televisión y actriz no pudo evitar un profundo llanto, movilizada por la lucha de la población travesti-trans en Argentina.
Sol 1 y Sol 2 son dos chicas trans que saltaron a la fama por ser personajes de la nueva edición del Bailando y en la última emisión del ciclo bailaron con Romina Uhrig y terminaron con lágrimas en sus ojos. "Siento una gran emoción. Es gente diferente. Estas dos personas tienen un ángel desmesurado. No son impostadas. Hay frescura, hay desenfado, hay bondad, transparencia. Son seres hermosos", comenzó su devolución Casán.
La madre de Sofía Gala Castiglione reconoció el carisma y la presencia escénica de las participantes del certamen y destacó: "Sé que es un sueño cumplido. Son personas grandes que han pasado por todo. No puedo contener la emoción. Yo siempre estuve al lado de la marginalidad". Casán aseguró que no quería alardear de su empatía social pero relató situaciones que graficaron a la perfección su compromiso con la comunidad LGBT+.
"Yo desde el año 70, que estaba en los teatros, mi misión era ir a la comisaria a sacar a mis amigos bailarines. Sé por lo que pasan. Sé de qué se trata y me emocionaron muchísimo. ¡Ay, no sé por qué lloro tanto!”, recordó Moria. Y sumó: "Entiendo la vida. Una amiga mía, Ana Lupe, decidió hacerse mujer viviendo en mi casa. Conozco la lucha. Las quiero. Las respeto. Voy a estar siempre al lado de ustedes, sin ningún oportunismo, porque lo siento. Perdón por el ataque de llanto, pero es mucha lucha. Es una lucha de años y tiene que seguir".
El cruce de Moria Casán y Susana Giménez
La diva de los teléfonos habló sobre las críticas que su colega le ha hecho por sus declaraciones sobre el gobierno y fue tajante: "Moria después se peleó conmigo no se, no hacía nada más que hablar mal de mí así que no entiendo por qué, pero bueno. Ya se le pasará, o no, me da igual". Como no podía ser de otra manera, Moria salió a responder y soltó: "No le pego, tengo ironía. Nos llevamos divino, fuimos compañeras en los '80. Me enseñó a jugar al 'Jodete', tengo la mejor con Susana. Yo manejo, además del humor y la ironía, el sarcasmo. Yo fui la única mina que cuando tuvo el quilombo del Sheraton, que era un día lunes y yo me estaba yendo al campo, me llaman y me dicen 'Moria, te necesitamos porque nadie quiere venir a hacer el sketch con Susana'".