Marcos Ginocchio se convirtió en el campeón de la edición 2022/23 de Gran Hermano, con más del 70% de los votos. Entre los premios se encuentra un cheque por casi 20 millones de pesos y el joven oriundo de Salta reveló para qué va a utilizar toda esa suma de dinero. "Todo esto fue gracias a la gente", expresó.
Tras la consagración de "El Primo", en El Debate de Gran Hermano conducido por Robertito Funes Ugarte lo invitaron para que charle con el panel, al igual que Nacho Castañares, subcampeón; y Julieta Poggio, quien quedó en tercer lugar. "Justo ayer me puse a pensar sobre qué haría con el premio, y me puse a pensar que todo esto fue gracias a la gente", reflexionó el salteño.
En cuanto a su paso por el reality show de Telefe, donde no ejecutó ninguna estrategia ni jugada, dijo: "Yo no me siento partícipe de ningún tipo de juego que me haya llevado a ganar Gran Hermano. Y siento tanto amor que me llegó, que necesito devolverlo de alguna manera". Allí reveló finalmente qué es lo que hará con el dinero ganado.
"Lo que gané voy a hacer lo que pueda con esa plata para ayudar a los chiquitos de la calle", señaló Marcos quien tiene un pasado ayudando a comedores y ahora volverá a poner en marcha este acto caritativo. Automáticamente, todo el estudio se fundió en aplausos hacia "El Primo".
Marcos Ginocchio reveló cómo fue la depresión que sufrió de niño: "Volvía a caer"
Marcos Ginocchio, el ganador de Gran Hermano 2022 (Telefe), respondió a las preguntas de los analistas en el último debate del reality y abrió su corazón, revelando el duro proceso depresivo que atravesó cuando tan solo tenía 14 años: "Volvía a caer".
Marisa Brel se decidió a hacer la pregunta que mantuvo en vilo a cientos de televidentes en torno a la salud emocional de Marcos, quien se quebró en varias oportunidades e instancias del juego. "Muchos de nosotros pensamos que quizás te había pasado algo de chiquito...", deslizó la panelista, abriendo el juego a que el salteño respondiera o no su inquietud.
En ese momento, el ganador del programa se animó a contar una difícil instancia que vivió siendo pequeño: "Hubo una etapa de mi vida donde no estaba bien, para nada bien. Me sentía que no podía salir de un pozo. Tenía 14 años, un poquito antes de la separación de mis papás. Sentía que no podía salir con nada, que cada vez que estaba por salir del tunel volvía a caer ahí".
"¿Buscaste ayuda? Porque eso es depresión", indagó Robertito Funes -quien reemplazó a Santiago del Moro en el último debate del certamen- antes de que Marcos finalizara su testimonio revelando que gracias a su fe pudo recuperarse: "No me daba cuenta (...) El deporte me ayudó mucho. Sin Dios no hubiese salido nunca de ese pozo. Se lo voy a agradecer siempre, me señalizó el camino".