Cinthia Fernández y su expareja, Matías Defederico, quienes comparten tres hijas en común, atraviesan un fuerte conflicto legal por la cuota alimentaria de las niñas. En este contexto de discusiones constantes, la panelista reveló que vivió una situación de mucha tensión: fue a buscar a sus hijas al country de Matías y él no la habría dejado entrar.
Cinthia contó todo esto a través de sus historias de Instagram y expresó su indignación hacia Defederico mediante un contundente descargo en el que se refirió a él como una “basura”, un “violento” y un “golpeador”.
"Es largo de explicar en historias. En resumen, es un gran grano en el culo. Deudor, violento, golpeador y trata de hacerme daño a mí pero se lo hace a las hijas. Y cuando me las toca florece lo peor de mí”, comenzó la panelista de Momento D.
Según su versión de los hechos, la situación terminó en gritos, caos y con una intervención policial. “Prohibió el ingreso mío al barrio donde vive él, que es donde justamente las nenas tienen el campus de deporte. Mis hijas llorando en la puerta porque no podían pasar, perdieron su clase. Pensaban que llevaban presa a la mamá, la policía destratándome. Se sostenían en la cautelar que yo le puse a él”, continuó. Acto seguido, publicó un nuevo mensaje: “Basura se nace, basura se muere”.
El conflicto económico entre Cinthia Fernández y Matías Defederico
Mientras Defederico sostiene que le pasa suficiente dinero de cuota alimentaria a sus tres hijas, Cinthia argumenta que no le alcanza y que no es proporcional con el estilo de vida que lleva Matías. “Me pasa 55 mil pesos a razón de 17 mil pesos por cada nena. Para un montón de gente es un montón y yo lo respeto, pero no es mi realidad y no es lo que tengo que recibir”, expresó la mediática.
De acuerdo con Fernández, Matías lleva una vida bastante lujosa: viaja en avión, come afuera todos los días, tiene un auto 0 km y una casa propia. “Si no tenés guita, andá a laburar más como hago yo que tengo tres laburos. Y si así no te alcanza, si no tenés plata, al menos no rompas las pelotas”, cerró.
Por otro lado, la bailarina también le reclamó a Defederico que no pagó una deuda de ARBA que les correspondía pagar a medias por la propiedad en la que vive con las nenas. En respuesta, Matías le señaló: “El que está embargado soy yo, porque esa casa está a mi nombre. La compré con plata mía antes de casarnos. Yo se la dejé a mis hijas, que es otra historia que no contás. Si no tenés 600K para pagar ARBA, ¿cómo hiciste para vivir en una casa de 600.000 dólares? Sé un poco más agradecida y hablá con criterio”.