Robertito Funes Ugarte atraviesa un duro momento tras el filoso ida y vuelta que tuvo con sus excompañeros de C5N. La situación laboral del periodista, actualmente figura de A24, no mejora y los números de rating hablan por sí solos.
Peleado con sus excompañeros de C5N, Robertito emprendió un nuevo camino en A24, donde conduce El diario de la tarde junto a la periodista Mariana Contartessi. Y no solo su programa pierde contra la señal que denostó en recientes declaraciones, sino que es el último de la franja.
Mientras C5N lidera con un cómodo promedio de 1.4 puntos de rating, seguido por LN+, Crónica TV y TN, la señal de Grupo América apenas consiguió un pico de 0.5. El número más bajo que consiguió fue 0.3 puntos de rating.
El picante cruce de Robertito contra C5N
Días atrás, Funes explotó contra C5N, durante una entrevista del magazine Por si las Moscas (La Once Diez). "Ahora ya no queda absolutamente nada en el canal, todo es un descarte. Me saqué una mochila al irme de C5N. Yo me fui triste porque no cuidaron el trabajo que hice durante 15 años. Los pocos que quedábamos no encontramos nuestro lugar porque el canal se llenó de caras desconocidas. Desde hace cinco años C5N se convirtió en un lugar de gente que no sabías quién era. Varios imitadores también", sentenció.
“Un canal que tuvo las figuras que tuvo, que antes era primero y ahora es tercero o cuarto. Se necesitan figuras en el canal. Con todo respeto, los movileros y movileras, que antes no los conocía ni el loro, ahora son conductores. Los de redes también, están conduciendo. Quedaron los periodistas que hacen editorial y los que son descarte. Debe ser más barato y más fácil para los nuevos gerentes; no cuidaron la pantalla", cerró, en un enojado descargo.
Lo que Robertito no se vio venir fue la inmediata reacción de sus excompañeros de trabajo, quien recurrieron a la ironía para responderle. "Andá tranquilo, máquina. Nadie te detiene (y mucho menos te extraña). #Descartes", publicó la cuenta de Twitter de la Comisión Interna de los trabajadorxs de C5N, en señal de disconformidad con los dichos del mediático conductor y movilero.