Nazarena Vélez pasó por años sumamente críticos en su vida personal tras e suicidio de su exmarido, Fabián Rodríguez. La modelo vivió un calvario por su depresión: apenas se podía levantar de la cama y hasta desarrolló una adicción a las pastillas y al alcohol. Su hijo Gonzalo “Chyno” Agostini recordó estos episodios y reveló detalles sobre aquella época tan dura para todos en su familia.
En más de una ocasión, Nazarena confesó que estuvo al borde de la muerte por su adicción a las anfetaminas. Gracias a la contención de su familia, finalmente logró salir adelante y hoy en día lleva una vida sana y feliz. “Chyno” Agostini, quien estuvo a su lado en los momentos más difíciles, contó cómo vivió todo esto desde su perspectiva.
“Me enteré que casi se muere por eso de las pastillas. Por un lado me puse triste y me preocupé, pero por otro entiendo a mi madre, porque eran épocas dolorosas de ella y tuvo que pasar lo que tuvo que pasar. Se hizo fuerte a base de golpes”, reflexionó el artista durante una entrevista con Telefe Noticias.
En relación a aquellos años años en los que Nazarena se quebraba en llanto frente a las cámaras cada vez que era entrevistada en televisión, “Chyno” explicó: “La he visto llorar en la tele banda de veces, pero también entiendo que fue su manera de expresarse. No me molestaba la exposición, me fui adaptando a las circunstancias”.
Afortunadamente, hoy en día el hijo de Nazarena asegura ver a su mamá “muy tranquila y muy relajada” en comparación con años anteriores. Y sobre su relación con Fabián, señaló que era a una persona a la que le tenía “un amor gigante” porque lo trataba como si fuese un hijo más. “Me llevaba siempre al colegio y me daba una mano cada vez que necesitaba algo. A mí me dolió mucho su muerte, hasta a mi padre le afectó”, cerró el joven.
La palabra de Nazarena Vélez sobre su depresión y sus adicciones
Vélez también habló sobre su adicción a las anfetaminas y su época de depresión. Aunque reconoció que cometió “un montón de errores”, hoy en día comprende que hizo lo que pudo en el momento. “Me veo y recuerdo cosas de sacada. Veo a esa loca de 25 con compasión y digo: 'Bueno, hice lo que pude'. Era una mina sola, criando a sus hijos, intoxicando su cuerpo, tratando de agradar, de laburar…”, comenzó.
“Cuando me estuve por morir, la verdad es que no fui muy inteligente. Me dio un pre infarto por las anfetaminas. Yo estuve a punto de morirme y dije: '¿En serio soy una mina que lucha y habla de sus hijos y los voy a dejar solos sólo por gustar?'", recordó. Sus hijos fueron su motor para salir adelante, tomar fuerzas y rehabilitarse. “Me iba a morir y los iba a dejar solos. Ahí dije: ‘Querete, empezá a aceptar’”, cerró.