Darío Barassi protagonizó un cómico momento con Diego Topa en su programa 100 argentinos dicen, cuando lo recibió como invitado. Después de un saludo de reencuentro muy cálido, Barassi aprovechó la situación para expresar cuánto le molesta que la gente los compare tanto hasta el punto de confundirlos.
Aunque cualquier persona que esté al tanto de los programas de televisión sabe que Barassi y Topa se dedican a cosas completamente diferentes, él a conducir un programa de juegos con invitados y Topa a los programas infantiles, aparentemente, mucha gente los confunde por su aspecto físico.
“A mí todo el tiempo me dicen que me parezco a Topa. Todos los gordos somos iguales”, había dicho Barassi en uno de los episodios anteriores, después de que un concursante lo confundiera con él, como tantas otras veces le pasó.
“¿Cómo estás? ¿Qué hacés, amigo mío?”, se saludaron los dos. “¡Cómo me nombrás por atrás!”, exclamó Topa en un tono de chiste cuando el conductor se le acercó para darle la bienvenida. “Ay, ¡porque estoy harto de que la gente nos confunda!”, exclamó Barassi. “¿Pero por qué?”, le preguntó Topa, con gesto de confusión y de risa a la vez. “¡Porque no te favorece a vos! Yo peso 300 kilos más que vos, es injusto que la gente lo haga”, bromeó el conductor.
La confesión que Darío Barassi le hizo a Mirtha Legrand en su programa
Recientemente, el periodista fue a La noche de Mirtha y conversó con Mirtha y con Juana Viale sobre la ansiedad que viene sintiendo durante este último tiempo y cómo el aceite de cannabis lo ayudó a calmarla. “Tomo gotas cannábicas. Me ayudaron bastante este año. A mitad de año me di cuenta de que estaba un poco desbordado”, expresó.
“Tengo una hija de 2 años y medio que es un placer absoluto en mi vida y estaba un poco culposo. ‘Estoy trabajando mucho y no estoy con mi hija, si no estoy con mi hija no soy buen marido…’. Me sentía ausente en varios lugares”, añadió, y explicó que tuvo que pedirse vacaciones para pasar más tiempo con su hija.
“Duermo cuatro horas, porque a las tres de la mañana me despierta mi hija, viene y me dice ‘quiero jugar’, y yo le pregunto ‘¿por qué a esta hora para jugar con vos?’. Y nada, la amo, y hago el esfuerzo a veces y me despierto un rato y le leo un cuento. Después, a las siete de la mañana es el momento en el que puedo estar con ella y lo disfruto, pero bueno, calculo que el año que viene voy a tratar de organizarme”, cerró.