Dos hombres protagonizaron un conmovedor abrazo en Plaza de Mayo, en el marco de la movilización en repudio del atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner. Emocionados hasta las lágrimas, ambos resaltaron los derechos ganados durante sus presidencias y aseguraron que "es mucho el amor" que sienten por la líder del peronismo.
A segundos de la lectura del documento de repudio en Plaza de Mayo, un hombre oriundo de Venado Tuerto habló ante las cámaras de C5N y se emocionó ante el violento ataque que sufrió Cristina Kirchner. Sus palabras fueron escuchadas de cerca por otra persona, que terminó conmovida y fundida en un abrazo fraternal.
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"Quería estar presente, tengo el deber de la memoria. No me puedo olvidar de los 12 años que nos dio Cristina. La gente podía comprar su heladera, tener sus cositas, sus zapatillas, tener su casa. Teníamos todo, éramos felíces, los chicos podía ir a tomar helado ¿Cómo no voy a estar acá hoy?", comenzó el venandese, al borde de las lágrimas.
Ante una nueva pregunta del móvil, el señor se quebró: "Estoy muy emocionado, muy quebrado, muy mal. Ella nos ha dado tanto a nosotros que tenemos que responder con la presencia acá. Es mucho amor lo que sentimos aquellos que sabemos lo que es, en algunos casos, el sufrimiento".
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El momento en que se produjo el abrazo del alma
De inmediato, el otro hombre, que lo miraba con atención desde muy cerca, lo contuvo y terminó abrazándalo, en una poderosa imagen: entre lágrimas y sollozos, los dos se consolaron y valoraron la gestión de Cristina. "Tenés razón, en todo lo que dijiste, tenés razón. Yo la viví igual que vos", sostuvo mientras quebraba en llanto. "Tenemos el deber de la memoria", repitió el venadense. Por su parte, el militante vestido de rojo indicó: "Hace rato que me quería sacar esta emoción. Hoy me saqué la emoción de tanto. Lo de anoche me hizo llorar"
"No podía creer lo que estábamos viviendo. Basta de odio, muchachos ¡déjense de joder con nostros! Traten de construir no de destruir. Estamos destruídos nostros. Dios hizo el milagro que esa bala no salió y la tenemos viva", senteció uno de ellos, despertando los aplausos de otras personas que se encontraban cerca.