Sebastián Wainraich reflexionó sobre un tema de su vida que lo aqueja y aseguró que siente resignación. El comediante y guionista dialogó con María Laura Santillán sobre su carrera profesional, su vida familiar y el paso del tiempo; en cuanto al último tópico, dio a conocer sus técnicas para que la debacle física no le juegue malas pasadas en su autoestima.
Wainraich aseguró que se siente un niño y que cree que la adultez no existe. “Somos niños haciéndonos los adultos, hacemos lo que hacíamos cuando éramos chicos, pero un poquito más en serio, nada más. Y lo hacemos para ganarnos la vida”, reflexionó el humorista en medio de una entrevista con Infobae.
La periodista bromeó y le indicó al invitado que sus rostros les indican que ya no serían niños. Ante esa respuesta, Wainraich reveló cómo se lleva con el paso del tiempo y aseguró que tiene sus tácticas para lidiar con él: “Por supuesto, y vos no me viste desnudo, no sabés lo que es. Uf, ya claramente no soy un joven”.
“Es feo verse desnudo. Uno quiere ver lo que vio, y ya no está”, agregó Santillán. “No, ya no está. Y la cara.. cuando ves que la cara está un poco cambiada, cuando ves fotos… Los que somos pelados de jóvenes tenemos una ventaja, hay algo que más o menos se mantiene. Pero igual la jeta va cambiando. No tiene solución”, concluyó su descargo, algo resignado, Wainraich.
“A veces me pasa que estoy haciendo una fila y veo que alguien cerca mío dice su número de documento y empieza igual que el mío, 23 millones. Y digo, ¿pero si éste es re grande? ¡Claro, yo también!”, comentó entre risas el actor. Y cerró: “Yo debo estar peor… tengo productores de 23 años, 24 años. Tengo una hija de 16 y un hijo de 11. Es fuerte. Yo los veo como pares y es un error. Si los doblo en edad no somos pares”.
Sebastián Wainraich, sobre su vínculo con Dalia Gutmann
Los humoristas están en pareja desde hace 22 años y tienen dos hijas en común. “Hay que quererse también. Con eso no alcanza, pero hay que quererse. Sin eso no tenemos nada, pero con eso tenemos para arrancar. Y hay que querer la felicidad del otro, esa es la clave. Vengo de hacer una gira en España y si tal vez tenés una mujer o compañera que te dice: no, cómo te vas a ir, sería todo más difícil. Los dos nos estamos alentando y empujando todo el tiempo. También porque ella por momentos debe querer que me vaya”, comentó Sebastián sobre su vínculo con su esposa, Dalia Gutmann.
“Cuando fui al Mundial, a Qatar, fui a trabajar, pero también fui a disfrutar. Me dijo: la pasamos bárbaro sin vos. Y no significa que no me quiera, ¿entendés?”, agregó el humorista. Y cerró: “La entiendo perfectamente. Ella este año giró muchísimo todos los fines de semana y yo me quedaba con los chicos y es un quilombo a veces. Mi hija ya empieza a salir, hay que buscarla, cuatro, cinco. Qué hago con el otro. Chofer, callado”.
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