Nazarena Vélez estuvo en el piso de LAM (Los Ángeles de la Mañana), el programa conducido por Ángel de Brito, y tuvo una larga charla frente a las cámaras sobre los momentos más personales y difíciles de su vida. En medio de la conversación, cuando llegó un punto en el que comenzó a abrirse por completo, reveló que estuvo hundida en una depresión tan grande que casi se vuelve adicta al alcohol.
Fue en marzo de 2014, cuando su marido Fabián Rodríguez se suicidó de manera completamente sorpresiva. Justo cuatro años atrás, en 2010, su hermana menor, Jazmín, había fallecido apenas a sus 21 años en un accidente automovilístico. Todo esto fue demasiado para Nazarena, que cayó en una crisis depresiva y comenzó a tomar litros de alcohol todas las noches, mezclándolo con su medicación psiquiátrica.
Aunque los motivos del suicidio de Fabián nunca quedaron claros, Nazarena intuye que fue porque no tenía las fuerzas mentales para afrontar todas las dificultades económicas que estaban atravesando en aquel entonces. “El único que sabe la verdad es él. Después hay hipótesis, obviamente había un porqué. Yo me quedaba en la calle… Había un montón de cosas que yo sabía que él no pudo ni iba a poder enfrentar. Pero uf, te mata”, expresó la modelo.
Sobre la manera en la que Vélez logró salir adelante, De Brito le recordó que fueron sus hijos quienes la ayudaron a atravesar el duelo. “A vos te costó mucho, no es que arrancaste y saliste de una. Me acuerdo que una vez me contaste que los chicos fueron fundamentales para vos”, le señaló el conductor. “A mí me costó mucho, sí. Yo estuve a punto de ser alcohólica. Yo me encontraba cuatro meses después de lo de Fabián tomándome tres litros de vino a la noche buscando papeles en la oficina, buscando respuestas”, declaró Nazarena.
Cómo hizo Nazarena Vélez para salir de la depresión
Eventualmente, llegó un momento en el que hizo un click y se dio cuenta de que, si seguía así, iba a terminar muy mal. “Estaba en una oscuridad. Yo sola me di cuenta un día, toqué fondo. El Rivotril ya no me hacía efecto y me di cuenta de que tenía a mi hijo chiquito. A mí me ayudaron mucho mis hijos”, recordó. En ese momento, sus hijos fueron su única motivación para levantarse de la cama.
“Me acuerdo que decían que estabas todo el tiempo en pijama, que no salías de la cama”, agregó De Brito. Nazarena lo afirmó y destacó que el inicio de su depresión había sido cuatro años atrás, después de la muerte de su hermana. “Me había matado. Jazmín era mi hermanita chiquita, yo me la traje a vivir y a trabajar conmigo”, relató. Tanto en esta situación como con su marido, tuvo que trabajar mucho en el sentimiento de culpa que se le venía a la mente cada vez que pensaba en que, si hubiese estado presente en esos momentos, podría haber evitado sus muertes. “Si no te la sacás te volvés loca”, cerró.