De acuerdo con un artículo científico publicado en The American Journal of Clinical Nutrition en 2016, se descubrió que el agua no es el líquido que más hidrata. Aunque el agua es la bebida que hidrata más rápido al consumirla, la leche entera es la que mantiene al cuerpo hidratado por más tiempo, según el estudio.
Además, se encontró que las bebidas que contienen la mayor cantidad de macronutrientes y electrolitos, como la leche entera, son las más efectivas para mantener el balance de líquidos y la hidratación a largo plazo.
El estudio también reveló que otras bebidas que encabezaron la lista de mayor hidratación a largo plazo fueron la solución de rehidratación oral y el jugo de naranja. Estas bebidas, al igual que la leche entera, mostraron un mayor Índice de Hidratación de Bebidas (BHI) que el agua después de 3 y 4 horas de consumo, lo que indica una mejor retención de líquidos. Incluso la leche descremada mostró un BHI más alto que el agua cuando se consideró su contenido de agua.
Además, según un estudio de la Universidad St. Andrews de Escocia, contrario a lo que parece, el agua no es la más eficiente, pues hay otros elementos que pueden realizar el proceso de mejor forma. Por ejemplo, el agua destilada, que es potable, se puede utilizar como diurético, pues provoca la pérdida de equilibrio en los electrolitos del cuerpo.
A pesar de los resultados, esto no significa que se tengas cambiar de líquido para hidratarse en actividades como ir al gimnasio, o en las que requieran realizar una gran actividad física. En condiciones normales, es difícil deshidratarse, por lo que el agua y alimentos como frutas son más que suficientes para la tarea.
Por qué hay que tomar agua todos los días
- Regula la temperatura corporal: El agua participa en la producción de sudor, el cual ayuda a regular la temperatura del cuerpo a través de la evaporación en la superficie de la piel.
- Transporte de nutrientes y oxígeno: Facilita el transporte de nutrientes esenciales y oxígeno a todas las células del cuerpo, lo cual es vital para mantener la energía y la función celular saludable.
- Eliminación de desechos: El agua ayuda a eliminar los productos de desecho del metabolismo, como el dióxido de carbono y la urea, a través de la orina, el sudor y la respiración.
- Mejora el funcionamiento del sistema digestivo: Es esencial para la digestión adecuada y ayuda a prevenir el estreñimiento al mantener suave el bolo fecal y facilitar su tránsito a través del intestino.
- Beneficios para la piel: Mantenerse bien hidratado contribuye a mantener la elasticidad y la vitalidad de la piel, reduciendo el riesgo de problemas dermatológicos.
- Lubricante de articulaciones: El agua es un componente esencial del líquido sinovial, que lubrica y amortigua las articulaciones, reduciendo el riesgo de dolor y desgaste.
- Previene infecciones: Una adecuada hidratación favorece el buen funcionamiento del sistema inmunológico, ayudando a combatir infecciones y enfermedades.
- Ayuda al rendimiento cognitivo y físico: La deshidratación puede afectar negativamente la concentración, el estado de alerta y la memoria, así como disminuir el rendimiento físico.
La cantidad de agua necesaria varía según la edad, el sexo, el peso, el nivel de actividad física y las condiciones climáticas. Aunque no existe una regla fija para todos, una guía general sugiere el consumo diario de aproximadamente 2 litros para mujeres y 2.5 litros para hombres, ajustándose según las necesidades individuales.