El colesterol alto conlleva una serie de graves riesgos para el organismo y por ese motivo es fundamental bajarlo a través de diversos tratamientos médicos y de hábitos en la vida cotidiana. Más allá de la medicación indicada por cada profesional, se supo que hay algunos alimentos que pueden incorporarse sin problemas a la dieta y que ayudarían a reducir los índices mencionados.
El ejercicio es fundamental a la hora de bajar el colesterol: tener regularidad en la actividad física de algún tipo hace que los niveles de colesterol se reduzcan. Al mismo tiempo, una alimentación balanceada y sana es muy importante para lograr este cometido; de hecho, hay algunas especias que se pueden agregar a muchas comidas y servirían como reductoras del colesterol por sí mismas.
Una de las especias en cuestión es el azafrán de hebra, que sirve para condimentar platos como guisos, salsas y arroces. Además del sabor que le aporta a dichas comidas, reduce los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre porque tiene crocetina. Esta sustancia ayuda a tener una buena digestión y mejora la circulación, de esa manera evita que se forme colesterol en la sangre.
Una hierba aún más famosa y utilizada que el azafrán de hebra que contribuye a bajar el colesterol es el laurel. Se trata de unas hojas que se colocan en tucos, salsas y guisos y aportan un sabor característico de esos platos. El laurel tiene vitamina A, vitamina C, folato, tiamina, riboflavina, niacina y vitamina B6, así como también calcio, hierro, magnesio y fósforo. Por esos motivos, el laurel es funcional para bajar el colesterol.
Salud: cómo alcanzar y mantener el bienestar
- Desarrollar y practicar buenos hábitos de higiene. En este sentido la prioridad está relacionada con el lavado de manos, debido a que ellas son el principal instrumento de contacto, y hay innumerable cantidad de contaminantes que pueden resguardarse alrededor de las uñas.
- Tener al día el carnet obligatorio de vacunación. Ayuda a prevenir enfermedades en niños, mujeres embarazadas, personas de alto riesgo y adultos mayores, quienes poseen sistemas inmunológicos más delicados.
- Realizarse un examen médico al menos una vez al año. Este tipo de pruebas pueden ayudar a prevenir alguna enfermedad y así mismo detectar los primeros síntomas.
- Buenos hábitos alimenticios. Comer saludablemente permitirá que el cuerpo tenga todos los nutrientes necesarios para su óptimo funcionamiento. Por eso es clave sumar una buena hidratación, comer al menos 4 comidas diarias y beber aproximadamente dos litros de agua por día.
- Hacer actividad física. Esta rutina va a permitir que la carga alimenticia tenga un gran beneficio para el cuerpo. Lo ideal es entrenar un mínimo de 30 minutos, al menos 3 días a la semana, y además poder dormir no menos de 8 horas diarias. En este sentido, el ejercicio va a permitir la posibilidad de reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y además ayudará a controlar el peso.
- Dedicar tiempo a un hobbie. Para alcanzar un nivel de bienestar en la rutina semanal también habrá que incluir actividades que permitan divertirse en compañía de familiares o amigos. Este punto es clave ya que ayudará a tener una buena salud mental y reducirá un poco el estrés.