El kéfir, la bebida de moda que conquistó los supermercados, se convirtió en uno de los alimentos más completos y beneficiosos para la salud. Este superalimento, ya sea en forma de yogur o bebible, demostró tener efectos positivos en la digestión, el sistema inmunológico y la calidad del sueño.
Originario del este de Europa y suroeste de Asia - zona del Cáucaso- el kéfir, también llamado yoca, yogur de pajaritos, leche kefirada o búlgaros es una combinación de bacterias probióticas y levaduras en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares. Sus nódulos tienen un aspecto similar al de la coliflor, pero es más blando y gelatinoso y están envueltos en una matriz polisacárida, denominada kefiran.
Pese a su antigüedad, en los últimos tiempos ganó la atención de los ámbitos científicos por sus potenciales aportes a la salud. De hecho, la Universidad Nacional de la Plata lo catalogó como "el superalimento del siglo XXI".
Existen tres clases: de leche, de agua y de té o Kombucha. Los tres tipos son producidos con la misma microflora, pero adaptados a medios distintos, por tantos los beneficios que nos aportan son los mismos.
Para qué sirve el Kéfir: propiedades
- Depura el organismo: debido al alto poder desintoxicante, elimina radicales libres. Este efecto permite reducir el daño en el ADN, lo que explica su potencial antienvejecimiento y anticancerígeno.
- Efecto probiótico: ayuda a equilibrar y regenerar parcialmente la flora intestinal. Además, ayuda en digestiones lentas y la correcta absorción de nutrientes
- Aportes dermatológicos: elimina toxinas de nuestro organismo, lo que lo convierte en un gran aliado ante problemas dermatológicos.
- Mejora los síntomas de intolerancia a la lactosa: estudios que registraron una disminución de hasta el 30% en el contenido de lactosa en comparación a la leche sin fermentar.
- Combate el síndrome del intestino irritable: investigaciones sugieren que consumir Kéfir de leche puede ayudar a restablecer el equilibrio digestivo e intestinal, lo que ayudaría a luchar contra enfermedades gastrointestinales como el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad de Crohn y las úlceras.
- Equilibra la glucosa en sangre: se realizaron ensayos clínicos en el que a adultos diabéticos se les da 600 cc de Kéfir por día durante 8 semanas, mostrando una disminución significativa en los niveles sanguíneos de glucosa y hemoglobina glucosilada en ayunas.
- Propiedades antiinflamatorias: la actividad probiótica ayuda a disminuir la permeabilidad del intestino y a reforzar la mucosa intestinal. Esto evita que ingresen al cuerpo antígenos indebidos que sobre activen la respuesta inflamatoria del sistema inmune.
Cómo hacer kéfir de agua
Ingredientes
1 lt de agua sin cloro
3 cucharadas soperas de nódulos
3 cucharadas soperas de azúcar (puede ser mascabo o cualquier azúcar)
Preparación
- Colocar los ingredientes en frasco de vidrio limpio (evitar usar detergentes). Agua a temperatura ambiente.
- Revolver bien para disolver el azúcar. En lo posible utilizar utensilios no metálicos (para evitar que se oxiden o puedan llegar a contaminar el cultivo).
- Tapar para evitar que entren bichitos.
- Dejar fermentar en lugar templado, lejos de la luz directa solar.
- El tiempo de fermentación varía de acuerdo a la temperatura. En clima templado 48 hs es suficiente, pero si hace frío necesitará más tiempo, y en verano estará listo más rápido.
- Colar el líquido y mantener en botella, en heladera, para consumir a diario. Dura un mes o incluso más.
Los nódulos que quedaron pueden iniciar nueva fermentación (midiendo la proporción, ya que se van multiplicando) o si no guardar en frasco con agua y azúcar en heladera, cambiando el agua y alimentándolos una vez cada 7/10 días.