El ajo es conocido por sus propiedades curativas, pero ¿sabías sobre el ajo negro? Este superalimento se obtiene mediante un proceso de maduración del ajo blanco que dura entre 30 y 40 días. Luego se somete a una cocción lenta a altas temperaturas, lo que le otorga su distintivo color y aroma.
El ajo negro tiene grandes beneficios para nuestro cuerpo. Según el Centro de Medicina Neuro Regenerativa de España, posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Además, a diferencia del ajo tradicional, tiene un sabor tolerable que se incluye en diversas recetas.
En términos de nutrientes, el ajo negro es una fuente natural de antioxidantes, lo que ayuda a retrasar el envejecimiento celular. También estimula el sistema inmunitario gracias a su contenido de vitamina C y regula la presión arterial. Sus compuestos antimicrobianos ayudan a combatir enfermedades como la sinusitis, la faringitis estreptocócica, la otitis e infecciones de la vejiga. Asimismo, incrementa la sensibilidad a la insulina, lo que permite controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Existen diferentes formas de consumir ajo negro, como mediante cápsulas o añadiéndolo a tus comidas. También puedes comer los dientes crudos o cocidos, e incluso elaborar infusiones para beber en ayunas. Sin embargo, es importante moderar su consumo, ya que en grandes cantidades puede ocasionar flatulencias e inflamación estomacal. Además, se debe evitar su consumo en caso de estar en tratamientos anticoagulantes o tener alergias a sus compuestos.
Ajo negro: propiedades
- Antioxidante: es rico en compuestos antioxidantes, como la S-alil-cisteína y la S-alil-mercaptocisteína, que ayuda a combatir los radicales libres y disminuye el riesgo de enfermedades crónicas.
- Propiedades antiinflamatorias: reduce la inflamación en el cuerpo, lo que puede ser beneficioso para personas con condiciones inflamatorias crónicas como artritis.
- Salud cardiovascular: ayuda a regular la presión arterial, a reducir los niveles de colesterol LDL (malo) y aumenta el colesterol HDL (bueno).
- Fortalece el sistema inmunológico: refuerza las defensas del cuerpo, haciéndolo más resistente a infecciones y enfermedades.
- Beneficios digestivos: promueve una buena salud intestinal, ayudando en el equilibrio de la flora intestinal y mejorando el proceso digestivo.
- Efecto desintoxicante: ayuda a eliminar toxinas del cuerpo, mejorando la función hepática y la salud en general.
Cómo hacer ajo negro
El proceso para transformar los dientes de ajo en una pasta oscura, con una textura más suave y un sabor dulce y ligeramente ácido, es sencillo. La recomendación es consumir de uno a tres dientes de ajo diario, idealmente en ayunas o distribuidos en las comidas, como un condimento.
- Empezamos salando las cabezas de ajo en agua de mar previamente hervida y enfriada. La otra opción es disolver un buen puñado de sal marina en cantidad suficiente de agua. Dejamos las cabezas sumergidas en el agua salada durante unos 10 minutos.
- Luego, las envolvemos en papel de aluminio y empezamos el proceso de cocción. En este caso, cocinamos las cabezas de ajo durante 10 días en el horno a 60ºC. Una buena idea es aprovechar el calor residual del horno apagado, tras utilizarlo para elaborar otras recetas.
- Después, dejamos que las cabezas de ajo se sequen naturalmente al sol durante una semana (sin sacarlas del papel de aluminio).
- Realizado este proceso, los ajos habrán adquirido una textura tierna. El próximo paso será quitarles el papel de aluminio y guardarlos en un envase o frasco con cierre hermético para que se fermenten. Es importante controlar todos los días para evitar que adquieran humedad y se echen a perder.