No solo hay que acordarse de cepillar los dientes al menos tres veces al día, también es necesario cambiar el cepillo cada cierto tiempo. El motivo principal es que el mismo tiene un determinado tiempo de vida y uso, ya que con el paso del tiempo tanto las cerdas como el mango acumulan bacterias.
Además, las cerdas se deforman y, por lo tanto, dejan de ser tan efectivas para eliminar la placa bacteriana. Sin la eliminación de la placa bacteriana se corre el riesgo de sufrir una enfermedad periodontal. Incluso el cepillo se debe cambiar después de sufrir un resfriado, gripe, infecciones bucales o dolor de garganta.
Asimismo, después de utilizar el cepillo hay que dejarlo secar al aire libre. Es conveniente evitar guardarlo en un envase de plástico que impida que se seque. Cambiar el cepillo garantiza una eficiencia un 85% más alta.
¿Cada cuánto hay que cambiar el cepillo?
Por más que se lo vea en excelentes condiciones, el cepillo de dientes es imperioso cambiarlo cada 2 meses para subir su eficiencia al momento de eliminar la placa bacteriana. O, por lo menos, cambiarlo entre 3 y 4 veces por año para evitar enfermedades que requieran de aumentar la frecuencia de las visitas al dentista.
Hay que cepillar cada diente y muela por todas sus caras siendo conscientes de cada movimiento para no dejarse ningún espacio. El tiempo del cepillado no debe ser inferior a 3 minutos. Hay que utilizar unos 30 segundos para cada cuadrante de la boca. La lengua y las encías también deben cepillarse pero de manera más suave.
Para completar la limpieza bucal también se recomienda utilizar hilo dental y enjuague bucal, especialmente en el cepillado de noche. No necesariamente en todos los cepillados del día.
Consejos sobre la pasta de dientes
También es importante elegir una pasta de dientes correcta de acuerdo a las necesidades bucodentales. Por ejemplo, en pacientes con alta sensibilidad dental, es recomendable la pasta de dientes que contiene nitrato de potasio ya que despolariza el nervio protegiéndolo de la descarga que provoca el dolor.
Para quienes padezcan gingivitis, la pasta de dientes debe contener triclosán, ya que es un antibacteriano (evitarlo en menores de 6 años) que regenera y tonifica las encías. Si el paciente tiene predisposición a generar caries, una pasta de dientes con fluoruro de estaño o sodio reducirá la acidez de su placa bacteriana y de saliva, evitando la desmineralización del esmalte.
El recambio periódico del cepillo y la elección correcta de la pasta de dientes sirven para mantener la boca sana, siempre y cuando se realice un cepillado dental completo.