Los alimentos ultraprocesados están presentes en nuestra vida cotidiana y son muy deliciosos e incluso adictivos. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Harvard reveló que estos consumos están asociados con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y accidentes cerebrovasculares.
De acuerdo a los resutlados de la invertigaciòn que llevò a cabo la prestgiosa casa de estudio, solo con aumentar el consumo de estos productos en un 10%, se incrementa significativamente este riesgo. Por el contrario, una alimentación basada en alimentos no procesados reduce este riesgo.
Estas preparaciones industriales comestibles pueden influir en la aparición de la niebla mental, según Uma Naidoo, psiquiatra nutricional e investigadora de neurociencias en la Escuela de Medicina de Harvard. Esta afección es una disfunción cognitiva que incluye olvidos, confusión y agotamiento. Tambièn puede perjudicar el uso del lenguaje, las habilidades visuales, la capacidad para resolver problemas, la capacidad para comprender información, entre otros.
Los productos ultraprocesador están hechas con ingredientes derivados de otros alimentos y pasan por diversos procesos de fritura, refinación y hidrólisis de proteína, entre otros. Además, contienen azúcares, harinas, grasas, sal, aditivos, edulcorantes, colorantes y potenciadores de sabor.
"Los alimentos fritos tienen un efecto adverso sobre el aprendizaje y la memoria. Demasiado puede causar inflamación, que a su vez puede dañar los vasos sanguíneos que van al cerebro", explicò la experta de Harvard. Ademàs, agregó: "Una dieta alta en azúcar puede conducir a un exceso de glucosa en el cerebro, que los estudios han relacionado con problemas de memoria y menos plasticidad del hipocampo, la parte del cerebro que controla la memoria".
Estos son los alimentos que dañan el cerebro
- Aceites industriales: aceites altamente procesados, derivados por ejemplo de soja, maíz, semillas de colza y algodón, o de girasol y cártamo. El motivo es que cuentan con altos índices de ácidos grasos omega-6. Se puede sustituir por aceite de aguacate, de coco o de oliva.
- Azúcares refinados: tanto los azúcares añadidos como refinados pueden acabar provocando un exceso de glucosa en el cuerpo, lo que se podría acabar traduciendo deficiencias memorísticas y una menor plasticidad en el hipocampo.
- Alimentos procesados: todos los alimentos procesados o ultraprocesados sufren un acortamiento de los telómeros -los extremos de los cromosomas-. Ese proceso afecta a las células haciendo que envejezcan de forma menos saludable de lo que lo harían normalmente.
- Edulcorantes artificiales: la sacarina, la sucralosa o la estevia carecen de valor nutricional y su consumo puede afectar al número de bacterias 'malas' que habitan en nuestro organismo. Cabe destacar que son fácilmente reemplazables por alimentos como la miel.
- Frituras: aquellos alimentos que fueron freidos en mucho aceite o que llevan corteza o van rebozados pueden acabar resultando perjudiciales para el cerebro si se consumen de forma desmesurada. Una gran alternativa es cocinar al horno lo que se iba a pasar por la freidora.
Cuál es la fruta que mejora la memoria, según un estudio de Harvard
Un estudio realizado por la especialista en nutrición de la Universidad de Harvard Uma Naidoo reveló que los arándanos juegan un papel clave en el mantenimiento de una memoria saludable y activa a medida que envejecemos. Agregar arándanos a nuestra dieta diaria disminuye el riesgo de pérdida de memoria, mejora su funcionamiento y ejercita nuestro cerebro.
“A través de mis años de investigación, descubrí que uno de los frutos más beneficiosos cuando se trata de ayudar al cerebro a envejecer bien, son los arándanos”, aseguró Naidoo. Es importante tener en cuenta que, aunque los arándanos son excelentes para ejercitar el cerebro, también es recomendable escuchar música y leer, ya que estas actividades fortalecen la memoria y nos ayudan a prevenir enfermedades como el Alzheimer.
Ya sea para tomarlo en jugos o añadirlo a unas "cookies" recién hechas, los arándanos son realmente versátiles por su característico sabor y su utilidad saludable. De acuerdo a los estudios, las personas que añaden esta fruta dentro de su dieta habitual tienen un 20% menos de riesgo en lo que al deterioro cognitivo se refiere.
Los arándanos también aportan muchos antioxidantes. Estos elementos ayudan a tener menos inflamación a nivel general del cuerpo y, más en concreto, en el cerebro, lo que ayuda a cuidarlo de forma adecuada. Además, poseen un nivel alto de flavonoides, que son compuestos vegetales que ofrecen una variedad de beneficios para la salud y varios estudios han encontrado que pueden reducir el riesgo de demencia.
También contienen mucha fibra, que ayuda al cuerpo a llevar una digestión controlada, disminuyendo también la inflamación del estómago y ayudando a las bacterias de la zona. Además, son ricos en potasio, magnesio, vitaminas C y K, fibra y prebióticos, carbohidratos que ayudan a promover un intestino sano.
Estudios en coautoría de investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard descubrieron que comer arándanos puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 y que comer alimentos ricos en antocianinas (principalmente arándanos y fresas) puede ayudar a las personas a mantener el peso.
Eric Rimm, profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, en un artículo del Washington Post aseguró que “en promedio, las personas que comen más arándanos parecen vivir un poco más”, y sugirió comer una taza por día de esta fruta para obtener todos sus beneficios para la salud.