El príncipe Guillermo estuvo acompañado por su esposa Catalina el jueves en su primer compromiso público conjunto desde que terminó el tratamiento de quimioterapia, reuniéndose con las familias en duelo de tres niñas asesinadas en un evento de baile temático de Taylor Swift en Southport.
Southport, una tranquila localidad costera del noroeste de Inglaterra, acaparó la atención mundial el 29 de julio, cuando tres niñas murieron apuñaladas y otros niños resultaron gravemente heridos en un ataque contra el evento de las vacaciones de verano. Días después estallaron disturbios.
En su visita del jueves, el príncipe y la princesa de Gales hablaron en privado con las familias de las víctimas y con un profesor de danza que estaba presente en el momento del ataque, y más tarde se reunieron con representantes de los servicios de emergencia locales que habían respondido al incidente.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Fue uno de los primeros compromisos que Catalina ha llevado a cabo desde que comenzó a reincorporarse lentamente al trabajo tras finalizar su tratamiento de quimioterapia preventiva contra el cáncer, y fue el primero en público desde entonces.
"Hoy, el príncipe y la princesa de Gales visitaron Southport para mostrar su apoyo a la comunidad y escuchar cómo la gente local se ha unido mientras la ciudad se recupera del trágico ataque" dijo su oficina, el Palacio de Kensington, en un comunicado.
La inesperada aparición de Catalina se debió a que la pareja quería hacer una visita para mostrar su apoyo a las familias y a la comunidad, y hacerles saber que no habían sido olvidados.
La visita se hace eco de una realizada por el padre de Guillermo, el rey Carlos, que acudió a Southport en agosto, donde se reunió con algunos de los niños supervivientes y sus familias.
La desinformación difundida en las redes sociales tras el atentado de julio identificó erróneamente al agresor como un inmigrante islamista, y provocó violentos enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Southport, así como un intento de atentado contra la mezquita de la ciudad.
Un adolescente, que tenía 17 años en el momento del incidente, fue acusado de llevar a cabo los asesinatos.
Siguieron días de disturbios similares en todo el país, que la policía y el Gobierno atribuyeron a activistas de extrema derecha, lo que llevó a cerca de 1.500 detenciones y casi 400 personas encarceladas, mientras las autoridades intentaban acabar con los disturbios.
Con información de Reuters