La Iglesia Católica conmemora hoy la vida y obra de San Ubaldo, un obispo nombrado por el Papa Honorio II. Ubaldo Baldassini nació en 1084 en Gubbio, Umbría, (Italia) y provenía de una familia noble. Recibió su educación del prior de la catedral de su ciudad después de quedar huérfano.
Sin embargo, su deseo de servir a Dios lo llevó a ingresar al monasterio de San Segundo, donde permaneció antes de ser llamado por el obispo. El Papa Honorio II lo nombró obispo debido a sus cualidades, destacando su paciencia y moderación en la comida y la bebida.
Uno de los momentos más recordados de San Ubaldo fue cuando salvó a la ciudad del saqueo perpetrado por Federico Barbarroja, rey del Sacro Imperio Romano Germánico. Los habitantes imploraron la intervención de Ubaldo, quien, aunque enfermo y en cama, se encontró con Barbarroja. Este se quedó impresionado por ese santo obispo y le pidió la bendición: “Aquel que te ha otorgado la corona imperial en la tierra te recompense con el reino celestial” (se lee en la Vida escrita por su hermano de comunidad, Giordano). El emperador le dio las gracias y puso fin al asedio.
Fue tanto el agradecimiento de los pobladores que, cuando Ubaldo murió el 16 de mayo de 1160, la afluencia de fieles para rendirle homenaje fue tal que el funeral se celebró tan sólo al cuarto día después de su muerte. Celestino III lo proclamó santo en 1192.
Actualmente, se pueden visitar las reliquias del santo en la Basílica de San Ubaldo, ubicada en lo alto de una montaña de la ciudad, donde se realiza una peregrinación en su honor. Así, la Iglesia Católica rinde tributo a San Ubaldo en este día del santoral. En el interior de la Basílica se conservan varias obras de arte dignas de mención: el Bautismo de Cristo realizado por Felice Damiani, la Virgen y el Niño entre los santos Ubaldo y Juan Bautista realizado por Salvi Savini en 1610; y Santa Úrsula de Allegrini, por nombrar sólo algunos.
La devoción hacia el santo es muy grande en toda la Umbria y especialmente en Gubbio. De hecho, en todas las familias de la región hay al menos algún miembro con el nombre de Ubaldo.
Oración a San Ubaldo
Os suplicamos, Señor,
que nos concedáis
el auxilio de vuestra
misericordia, y que,
por la intercesión del
bienaventurado Ubaldo,
vuestro confesor pontífice,
vuestra clemente mano
nos ponga a cubierto de
las emboscadas del demonio.
Amén