Este domingo 7 de julio de 2024, la Iglesia Católica conmemora la vida y obra de San Fermín, una figura venerada en la tradición cristiana. Según cuenta la historia, San Fermín fue hijo de Eugenia y del senador romano Firmo, y vivió en Pamplona, en el siglo III. Fue convertido al cristianismo por el Presbítero Honesto, quien llegó a evangelizar en la región.
San Fermín se dedicó a predicar el evangelio en los alrededores de Pamplona y a los veinticuatro años fue consagrado Obispo. A los 30 años, emprendió un viaje por tierras galas, donde predicó en Aquitania, Auvernia y Anjou, antes de asentarse en Amiens, donde también fue nombrado Obispo de la ciudad.
No obstante, su labor evangelizadora y su oposición a las autoridades oficiales lo llevaron a enfrentar la cárcel y, finalmente, al martirio por decapitación. Fue justamente en el siglo XII, en 1186, cuando Pedro de París llevó una reliquia de la cabeza del Santo a Pamplona, y la leyenda y devoción hacia San Fermín se extendieron en la ciudad.
San Fermín y las corridas de toro
El 7 de julio no es la fecha original en la que se lo conmemora el martirio de San Fermín, pero en el año 1571 se empezó a celebrar a este santo en un día como hoy, junto a las corridas de toros en Pamplona. Fue tal el impacto que se generó en esta región que el evento mismo se denominó bajo su nombre: las Corridas o Fiestas de San Fermín o, simplemente, “Sanfermin”.
Desde el 6 de julio, día del primer encierro, hasta el 14, la ciudad se transforma en una corrida de toros a calle abierta. El pañuelo rojo tradicional es uno de los elementos más característicos del evento.
Oración a San Fermín
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Gracias te doy Señor, Dios nuestro, por habernos dado un patrón tan favorecedor, pues por su valiosísima mediación se consiguen grandes y señalados beneficios.
San Fermín, apóstol elocuente del Señor, que sembraste con abundancia la semilla de la santa mies que nos lleva hacia el Altísimo, que prestaste y nos sigues prestando gran asistencia en las necesidades del cuerpo y del alma, no te olvides de nosotros, escucha nuestros clamores, y obtennos de Él que todo lo puede, las gracias que tanto precisamos para triunfar ante los peligros y enemigos que nos rodean, y para salir con bien en nuestras dificultades.
Bienaventurado santo patrono y eficaz protector, que fuiste firme en la fe y poderoso en el obrar y que engrandecido con especial cantidad de virtudes iluminaste y conquistaste con la luz vivísima de la Palabra las almas de las gentes para mayor gloria de Dios, vela por nuestro bien y llénanos de bendiciones.
Oh bondadoso san Fermín, santo “morenico”, santo milagrero, varón ilustre, mártir de nuestra veneración, ábrenos los caminos de la vida y aléjanos de desasosiegos. Tú que proteges los corazones de los que sufren zozobras de la vida, ahora que estas cerca de Dios Padre dale gracias en nuestro nombre por su infinita misericordia e implora para nosotros su auxilio Divino a fin de que seamos ayudados en nuestras carencias, en nuestros problemas económicos y laborales.
Haz que nuestras inversiones y negocios sean exitosos, que podamos gozar de un trabajo justo, digno y bien pagado, para que se llenen nuestros hogares de prosperidad y gocemos de abundancia, y así hacer frente a todas nuestras necesidades, préstanos Fermín glorioso tu especial favor en: (pedir lo que se desea alcanzar por mediación de san Fermín).
Te suplico santo caritativo que mejores mi situación económica y que alejes de mi hogar tanta dificultad y angustia, hoy preciso de ti para salir de tanta pena y necesidad, a ti me encomiendo con esperanza mi buen san Fermín ruega para que triunfe y salga airoso en el negocio, ruega por mi trabajo, por mi familia y por mí.
Tú que tanto te esforzaste para aliviar en la tierra al prójimo cuídanos ahora desde el lugar glorioso donde moras, vela por cada uno de los que a ti llegamos para que, siguiendo tu ejemplo y disfrutando tu poderosa ayuda, podamos vivir santamente en unión con Jesús y María, y alcanzar la eterna bienaventuranza en el Cielo. Amén.