Día de San Desiderio de Langres: cuál es su historia y cómo es su oración

San Desiderio de Langres, mártir que no renunció a su fe cristiana. Conocé su valentía y sacrificio en defensa de sus creencias.

23 de mayo, 2024 | 17.36

Cada 23 de mayo la Iglesia Católica conmemora la vida y obra de San Desiderio de Langres, un mártir que no renegó de su fe cristiana. Nació en el siglo IV en Génova, Italia, Desiderio era un hombre humilde que vivió en una pequeña aldea cercana a su ciudad natal. Su destino cambió cuando, tras la muerte del obispo de Langres, fue inspirado para tomar las riendas de la iglesia.

No solo cumplió con sus obligaciones como obispo de manera rigurosa, sino que también se convirtió en un gran doctor e intérprete de las Sagradas Escrituras, gracias a su sencillez y sabiduría. Sin embargo, su fe católica le costó la vida cuando el emperador Honorio lo condenó al martirio.

En el siglo IV, la región donde vivía Desiderio sufrió la invasión de diferentes grupos bárbaros como los alanos, suevos y vándalos. Durante este periodo turbulento, el santo fue apresado y nuevamente sufrió martirio debido a sus creencias, aunque la fecha exacta de su muerte se desconoce.

Según Varnacario, el obispo Desiderio habría sido decapitado durante una invasión de los vándalos guiados por Croco. Es posible que haya allí comenzaran las confusiones, porque Langres tuvo diversas invasiones bárbaras, y la de los Alemanes comandados por el auténtico Croco (298-307) no coinciden con las fechas de permanencia de Desiderio como obispo de Langres.

Una leyenda dice que el santo obispo, después de su decapitación, como tantos otros "cefalóforos" (que cargan sus cabezas), recogió su cabeza y volvió a entrar en la ciudad a través de una apertura de la roca que se abrió para dejarlo pasar; esa abertura sigue siendo exhibida hoy.

Oración a San Desiderio de Langres

Omnipotente Dios,

mirad nuestra flaqueza,

ved cómo nos agobia el

peso de nuestros pecados,

y fortificadnos por la gloriosa

intercesión de San Desiderio,

vuestro obispo mártir.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Historia de Santa Rita de Casia

Cada 22 de mayo, la Iglesia Católica celebra a Santa Rita de Casia, patrona de causas imposibles y de los más necesitados. En este artículo te contaremos su historia, cómo se convirtió en santa y cuál es su oración.

Santa Rita de Casia es una de las santas más queridas y populares de todos los tiempos. Se estima que su nombre es una abreviación de "Margarita", el que fue el de pila de la figura cristiana. Se dice que Santa Rita es la patrona de las causas imposibles, con miles de seguidores en todo el mundo. Sin embargo, aquellos que conocen su historia y le piden ayuda aseguran que ella exige que se cumplan las promesas hechas, ya que si no, deshace la gracia.

Rita fue una mujer sencilla y extraordinaria. Desde joven, sintió la vocación religiosa, pero sus padres se negaron a apoyarla y la obligaron a casarse con un hombre llamado Paolo. Lamentablemente, la vida matrimonial de Rita fue insoportable, ya que su esposo resultó ser violento y comenzó a maltratarla.

A pesar de todo, Rita y su esposo tuvieron dos gemelos, Jacobo y Paolo, quienes heredaron el temperamento de su padre. Después de veinte años de matrimonio, el esposo de Rita se convirtió y ella lo perdonó, emprendiendo juntos un nuevo camino. Sin embargo, esta nueva etapa no duró mucho, ya que antiguos enemigos buscaron a Paolo y lo asesinaron. Desesperada, Rita imploró a Dios que salvara a sus hijos y les tuviera misericordia. Sorprendentemente, Jacobo y Paolo cayeron enfermos de forma inesperada y murieron pocos días después, de causas naturales.

Después de las dolorosas muertes de sus hijos y su esposo, Rita se unió al monasterio de hermanas agustinas, aunque no fue bien recibida debido a su pasado matrimonial. Sin embargo, tras orarle a sus tres especiales santos patronos -San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolas de Tolentino-, Rita escuchó que la llamaban tres veces por su nombre. Se incorporó y abrió la puerta de su habitación: frente a ella estaban San Agustín, San Nicolás de Tolentino y San Juan Bautista. 

Entonces, los tres santos la invitaron a que los siguiera fuera. Después de recorrer algunas calles, sintió que se elevaba en el aire y que de pronto una fuerza sobrenatural la estaba conduciendo suavemente hacia Cascia (Casia), en dirección al Monasterio, donde luego fue aceptada.

En el monasterio, Rita enfrentó muchas pruebas, pero el Señor nunca la abandonó. De hecho, le ofreció unirse a Él en el camino más difícil, el de su Cruz, imponiéndole los estigmas y las marcas de la corona de espinas en la cabeza.

Después de una grave y dolorosa enfermedad, Santa Rita de Cascia falleció. La herida de su frente desapareció, dejando una mancha roja que se asemejaba a un rubí y exudaba una fragancia similar a las rosas. Por eso, es común ofrendarle esta flor en su honor.