Los scones de queso y zanahoria son una deliciosa opción para acompañar tu té, café, mate o cualquier infusión. Esta receta de cocina saludable es fácil de hacer, requiere pocos ingredientes y es libre de gluten. Si estás buscando una merienda nutritiva y deliciosa para disfrutar en casa, llegaste al lugar indicado. A continuación, te guiaremos a través de los pasos para crear estos scones que te conquistarán con su sabor extraordinario.
Ingredientes para los scones de queso y zanahoria
- 1 huevo
- 50 gramos de queso (puede ser gouda u otro de tu preferencia)
- 50 gramos de zanahoria
- 1 taza de harina de garbanzos
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- Sal al gusto
Paso 1: Prepará los ingredientes
Comenzá rallando el queso de tu elección. Luego, en un bowl, mezclá un huevo con el aceite y el queso rallado. Añadí sal y otros condimentos al gusto.
Paso 2: rallá la zanahoria
Rallá la zanahoria utilizando el orificio más pequeño de tu rallador. Rallarla de esta manera permitirá que conserve su humedad y sabor al máximo. Agregar la zanahoria rallada a la mezcla en el tazón.
Paso 3: mezclá la masa
Luego, incorporá el polvo para hornear y la harina de garbanzos a la mezcla. Amasá todo con las manos hasta obtener una masa homogénea y lisa.
Paso 4: forma los scones y hornealos
Usando un cuchillo, cortá la masa en pequeños triángulos, como si estuvieras dividiendo mini porciones de pizza. Colocá estos triángulos en una placa apta para horno y precalentá el horno a temperatura media.
Hornea los scones durante aproximadamente 20 minutos, o hasta que estén dorados y firmes al tacto. ¡Y voilà! Tus scones de queso y zanahoria están listos para disfrutar con tu bebida favorita.
Variantes de la receta
Si bien los scones de queso y zanahoria son deliciosos tal como se describen, siempre hay espacio para experimentar y personalizar tus creaciones. Acá tenés algunas variaciones que podés probar:
- Cambiar el tipo de queso: si preferís un queso más suave o saborizado, no dudes en sustituirlo según tu gusto. Quesos como cheddar, parmesano o queso azul pueden darle un giro interesante a esta receta.
- Añadir hierbas y especias: experimentá con hierbas frescas o secas, como romero, ciboulette o eneldo, para agregar un toque de sabor adicional.
- Incorporar embutidos: si estás planeando una picada y no te importa aumentar el contenido calórico, podés agregar trozos de jamón, salame o panceta a la mezcla. Acompañados de una salsa de verdeo o una mayonesa casera, serán un verdadero manjar.